Una ficción de tintes reales

La UJA acoge, por segunda vez, la representación teatral de Viva la guerra

17 abr 2018 / 09:18 H.

Entre oriente y occidente, y la democracia y la dictadura están los que muchos catalogan como “buenos” y los que juzgan como “malos”. Unos buscan situaciones bélicas. Otros la paz. Pero, ¿hasta qué puntos unos intereses priman sobre otros y camuflan las verdaderas intenciones? En esta línea, el Aula de Teatro de la Universidad de Almería llevó a la Universidad de Jaén, y por segunda vez, su obra Viva la guerra, un montaje dirigido por Diego Armando con la ayuda de Pilar Barberá. La representación estuvo enmarcada en el X Encuentro de Aulas de Teatro Universitario que desarrolla la UJA hasta el próximo 26 de abril. “Hemos vuelto, porque la primera vez tuvimos muy buena acogida. Pretendemos que los espectadores reflexiones sobre la guerra y el terrorismo”, indicó Armando.

El público llegó y, lejos de ocupar sus asientos bajo el escenario, formaron parte de la obra y se sentaron en las sillas que había sobre las tablas del Aula Magna de la UJA. Cuatro escenas, ambientadas cada una de un color diferente, ambientaron esta función que comenzó con un soldado que decía ser un ángel enviado para hacer el bien.

Una de las partes más estremecedoras de esta representación fue el soldado sin cabeza que, tras combatir en la guerra, apareció en el dormitorio de Alex, un niño de 7 años, al que le contó lo que le había pasado para que él pudiera vivir cómodamente. “Pretendemos que la gente que venga a vernos reflexionen sobre los conceptos de la guerra y el terrorismo. ¿Los conocemos realmente? ¿Los buenos son tan buenos y los malos tan malos? En Estados Unidos mueren más personas en un año por armas que por atentados, pero de eso no se habla”, confesó el director minutos antes de que actores como Antonio David Azor, Ángeles Luque, Marina Ortiz, Begoña Puentes, Ana Vela o Diego Rodríguez, entre otros, asaltaran la escena para mostrar una realidad que, aunque es cruda y chocante, busca eliminar las distancias con la sociedad, presentar otra perspectiva y hacer pensar sobre los conflictos actuales.