Un númeroso público sigue con interés el devenir de la célebre contienda

Contendientes. En la recreación participaron miembros de 24 asociaciones de España, Francia y Bélgica

09 oct 2017 / 11:02 H.

Una vez más los soldados españoles acompañados por el pueblo bailenense consiguieron “derrotar” a las tropas napoleónicas, en la mayor recreación histórica de Andalucía al aire libre. Cada edición, la Batalla de Bailén pone de manifiesto que es un buen reclamo turístico, pues cada año crece el número de visitantes. Incluso contó con varios miles de seguidores que pudieron vivir en “in situ” cómo se desarrolló este enfrentamiento que tuvo lugar a mediados de julio de 1808. Su importancia en la historia es que la Batalla de Bailén supuso el primer revés de las tropas napoleónicas y, en cierta forma, también supuso el principio del fin del imperio napoleónico en Europa.

En esta ocasión, la recreación contó con cerca de 400 participantes de ambos bandos litigantes, español y francés, procedentes de 24 asociaciones que acudieron de diferentes puntos España, y también de Francia y Bélgica. La puesta en escena estuvo impregnada de un gran realismo, en el que se quemaron más 100 kilos de pólvora negra, es decir, con humo, que era la habitual en ambos ejércitos, que se usó tanto para los disparos de artillería de tres cañones que participaron sobre el campo de batalla, fusilería y trabucos.

Pasadas las 12 del mediodía hicieron su entrada las tropas españolas y francesas sobre el campo de batalla. Previamente, a escasos metros, hicieron un alto en el camino, desde el campamento de época situado en la Cuesta del Molino, para honrar por los caídos en la batalla. Momento que lo organiza desde el año pasado el Instituto de Estudios Bailenenses.

Comenzaron los cañonazos, los primeros disparos y los primeros enfrentamientos e hicieron las delicias de los asistentes, que siguieron con atención todo lo que se acontecía en el campo de batalla bajo las precisas e interesantes explicaciones de Alfonso Rojas.

Como es ya una tradición, la recreación finalizó con la escenificación de la famosa imagen del cuadro pintado al óleo “La rendición de Bailén” del pintor palentino José Casado del Alisal. A continuación se trasladaron de nuevo al campamento de época, pasando por el Mercado de la Independencia que estuvo instalado durante todo el fin de semana, en el que podía verse una taberna y puestos de época que recreaban un autentico mercado de principios del siglo XIX.

Pero no todo fue la recreación de la batalla. Durante este fin de semana hubo conferencias, exposiciones, presentaciones de libros, representaciones teatrales, visitas guiadas por la ciudad o el museo, así como una gran escaramuza que cada año atrae a un mayor número de visitantes.

La recreación estaba basada en la Batalla de Bailén, un hecho histórico que se libró durante la llamada Guerra de la Independencia de España y supuso la primera derrota en campo abierto del ejército napoleónico. Tuvo lugar el 19 de julio de 1808. Enfrentó a un ejército francés de unos 21.000 soldados al mando del general Dupont contra otro español más numeroso (unos 27.000, ya que también había mucho personal civil) a las órdenes del general Castaños.

La batalla, de acuerdo con el Plan de Porcuna establecido por el general Castaños, debería tener lugar en Andújar. Sin embargo, las tropas de Dupont se pusieron en marcha antes de lo previsto en dirección a Bailén para unirse al contingente francés de Vedel, que había cruzado Despeñaperros.

El hecho de que el enfrentamiento tuviese lugar a las mismas puertas de Bailén pudo ser decisivo para la victoria española, pues la población local apoyó en todo cuanto pudo a sus tropas.