Un maltratador deberá llevar una pulsera hasta el año 2037

Es uno de los casi 90 jiennenses “atados” a un dispositivo de control

08 sep 2017 / 12:12 H.

Juan O. N. lleva siempre colocado un pequeño brazalete de color negro. Haga frío o calor o esté en la playa, jamás puede quitárselo, ni tampoco desconectarlo. Si lo hace, se juega entrar en la cárcel. Juan O. N. es uno de los casi 90 jiennenses que deben estar “atados” a un dispositivo telemático de control, lo que popularmente se conoce como pulsera antimaltrato. Lo llamativo del caso de este jiennense es que, en principio, no podrá despegarse del aparato hasta el año 2037. Así se recoge en la Memoria de la Fiscalía Provincial correspondiente al pasado ejercicio. En el apartado dedicado a la violencia de género, el informe recoge esta ejecutoria, del Juzgado de lo Penal número 1, en la que se aclara que Juan O. N. no podrá acercarse a su expareja hasta dentro de dos décadas. La Justicia lo condenó por malos tratos y, como medida accesoria, incluyó una orden de alejamiento. Fuentes de la Fiscalía explican que detectaron riesgo de incumplimiento, pues había quebrantado esas medidas con anterioridad. Así que solicitaron la implantación de un dispositivo de control. Si no se cambia la situación, tendrá que llevarlo hasta el 3 de marzo de 2037.

Juan O. N. es uno de los casi 90 jiennenses que están “atados” a una pulsera antimaltrato. Según los datos del Ministerio Público, 36 de ellos están cumpliendo condena. Es decir, un juez dictó una sentencia en la que se incluía esta orden. En otros 30 casos, los acusados están a la espera de que se celebre el juicio contra ellos. En el resto (25), el dispositivo de control se ha instalado durante la fase de instrucción, es decir, no se sabe si el que lo lleva tendrá que sentarse en el banquillo.

Este sistema permite vigilar que el hombre no se salta ninguna de las medidas cautelares de alejamiento impuestas por la Justicia. En caso de que lo haga, se quite o rompa la pulsera salta una alarma en el centro de control. A su vez, la mujer lleva un dispositivo que emite al centro de control el lugar exacto en el que se encuentra en todo momento y que además cuenta con un “botón de pánico”. El sistema está pensado para mujeres que viven en una situación de riesgo alto o extremo. En Jaén, comenzaron a instalarse en 2009 y su utilización ha ido creciendo año tras año. De hecho, las casi 90 que están colocadas en la actualidad suponen que Jaén sea la segunda provincia española que, en relación con su población, cuenta con más dispositivos de este tipo en funcionamiento. Solo Almería está por delante.

Estos sistemas de control telemático consisten fundamentalmente en un brazalete para el maltratador que emite una señal de radiofrecuencia y que bajo ningún concepto puede quitarse o manipular. El brazalete va acompañado de un dispositivo de localización GPS que incorpora las funcionalidades básicas de un teléfono móvil. Por su parte, las víctimas reciben un pequeño dispositivo que permite detectar la señal de radiofrecuencia del transmisor del inculpado o condenado y a través del cual reciben las alertas sobre la proximidad de su agresor.

La fiscal de Violencia de Género de Jaén, Gracia Rodríguez Velasco, es partidaria de una mayor utilización de este recurso. Asegura que tiene una enorme potencialidad en la lucha contra los malos tratos. Es más, esta especialista suele asegurar que no ha muerto ninguna mujer protegida por una pulsera.