Un guardia civil sufre una agresión a la salida de Bailén

La Asociación Profesional de Cabos pide “mayor seguridad”

19 jun 2017 / 18:08 H.

El suceso ocurrió la noche del viernes, entre las once y media y las doce menos cuarto de la noche, en las inmediaciones del kilómetro 2, en la carretera secundaria JA-4402. El destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Bailén recibió aviso de una salida de vía de un vehículo. El agente que acudió cogió el furgón de atestados solo y se dirigió al lugar indicado. Pero a pocos metros de distancia, observó a un motorista, parado en el arcén en sentido contrario y con las luces encendidas. El cabo se detuvo, bajó del vehículo y se encaminó al civil, por si necesitara auxilio. Sin embargo, nada más acercarse, el motorista le agredió con “algún objeto” y dejó al Guardia Civil inconsciente. Al recobrar el sentido pidió ayuda y, los agentes que le esperaban más adelante para el accidente de tráfico, asistieron a su compañero.

“¿Cómo es posible que, estando en el nivel 4 de alerta por antiterrorista, un cabo de primera acudiera solo a un aviso?”, se pregunta en la Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil, en el ámbito nacional. Tras el suceso muestran una preocupación por lo ocurrido pues el afectado se encuentra de baja laboral y con contusiones, aunque no revisten gravedad. “Los agentes deben ir por parejas”, aseguran desde al asociación, que insisten en la necesidad, sobre todo ante posibles situaciones como la vivida en Bailén. “Si él hubiera ido acompañado, en vez de solo, es bastante probable que no hubiera ocurrido nada, pues el agresor se lo habría pensado dos veces ante la presencia de dos agentes”.

Desde la asociación son conscientes de la falta de personal por la crisis y las oposiciones convocadas con pocas plazas. Hay personal que se ha jubilado y su puesto no ha podido ser sustituido, comentan y señalan la complicación de intentar abarcar el mismo campo con el personal disponible. De todas formas, subrayan que el caso ocurrido es algo “puntual”, que no se da a menudo, sino que es “puramente excepcional”. Sin embargo, piden que, al menos en los turnos de noche, los agentes dispongan de un compañero para realizar las salidas y tener alguien que cubra sus espaldas. “Nuestro trabajo es una vocación y queremos dar seguridad a los ciudadanos, pero para ello antes nos gustaría contar con algo de seguridad, sobre todo por la noche, por el riesgo que implica”, declaran.