Un gran “no” la violencia machista

La comunidad educativa de Jaén se unió para decir un gran “no” a la violencia machista. Centros como el Almadén, Nuestra Señora de la Capilla, Santa Capilla de San Andrés, Fuentezuelas, Auringis, Az Zait, Serrano de Haro, Navas de Tolosa y María Zambrano se reunieron en el colegio Antonio Prieto para participar en una jornada que, según Manuel Gutiérrez, director del centro, reunió a casi 1.000 personas.

“Pinzas por la igualdad” fue el lema que siguió este multitudinario encuentro. El patio del “Antonio Prieto” se abarrotó, rápidamente, con las voces de los más pequeños de la ciudad. Coloridas camisetas de papel colgaban de tendederos improvisados por el patio, colgadas en pinzas y con hermosos mensajes en contra de la violencia de género. Muchos padres tampoco quisieron perderse esta bonita iniciativa, así como la delegada territorial de Cultura, Yolanda Caballero, y la concejal de Cultura, Isabel Azañón, quien declaró: “Estoy segura de que todos sabéis lo que es la violencia de género, porque vuestros profesores os lo habrán explicado en clase. Pero también tenemos que saber qué es lo que podemos hacer, cada uno de nosotros, para evitar hacernos daños los unos a los otros”, y es este el motivo principal de esta jornada. Enseñar a los niños cómo acabar con la violencia. Para ello, el encuentro contó con una relajante sesión de Tai Chi, “que representa el autocontrol, la imagen, el saber relajarnos y sacar lo mejor de nosotros mismos”, reflejó el director; para enseñar a los niños otra forma de afrontar sus sentimientos.

“Quiero que quede una cosa muy clara: todos los niños y las niñas sois iguales y tenéis que teneros muchísimo respeto y cariño unos con otros”, aseveró Azañón. Un grupo al que Yolanda Caballero también se refirió como el “futuro” de la provincia. “Sois, los niños que estáis aquí, algo más que unos jóvenes que están en el patio de un colegio. Sois la esperanza y, sin lugar a duda, sois las personas que van a estar a cargo de hacer una sociedad mejor”, declaró. Una mañana de reivindicación donde la importancia de la educación en los más pequeños estuvo más que presente, pues, como bien indicó la delegada, “el mejor regalo y la mejor enseñanza que pueden dejar los maestros es que, para que este sea un buen mundo, tiene que ser un mundo de igualdad”.

Así, todos alzaron con fuerza sus voces contra la violencia de género. Y no solo en español, manifiestos en francés, inglés, nigeriano, indio, árabe y ruso completaron la repulsa que terminó con la sesión de Tai Chi, donde todos los niños, junto a sus profesores, se sumaron a unos fluidos movimientos hechos para relajar sus mentes y concienciarlos de que el equilibrio personal y el autoconocimiento son las mejores armas para luchar contra la violencia