Un gran duelo a cinco voces

Decía Goethe que el talento se desarrolla en los lugares tranquilos y Corneille, que el que elige mal para sí, elige mal para el prójimo. Dos conclusiones, dos pensamientos que convergieron la tarde noche en la que Jaén tenía una cita con el talento, para la que eligió un escenario no apropiado, no: lo siguiente. Torredonjimeno es, además de un municipio que rezuma actividad cultural, un espacio sereno que el más exigente de los artistas podría escoger como taller cotidiano. Por eso, entre otras cosas, la Primera Semifinal de Olivavoz Talent resultó como resultó: una experiencia increíble. Su alcalde, Manuel Anguita, se encargó de ponderar a su pueblo, a su gente, derrochó pasión mientras detallaba las bondades de un municipio aquerenciado en la creatividad, encantado de acoger a cinco de las mejores voces del panorama musical de la provincia, agradecido por convertirse, con su teatro Miguel Alcalde Anguita, en escenario de una iniciativa que marca un punto de inflexión en la vida cultural jiennense: “No nos olvidéis nunca”, les dijo el alcalde a los artistas.

Fue una noche con alma hasta en el nombre de su presentadora, que tuvo mucha “culpa” de que la cita fuese de todo menos monótona. El público lo agradeció con su respetuoso silencio, cuando tocaba, y la más entusiasta interacción en el momento en el que se requería. Sabía el respetable que cinco promesas de aquí se jugaba mucho sobre las tablas, y estuvo a la altura, tanto en la primera ronda de actuaciones, en la que cada intérprete ofreció dos temas, como en el último tramo del espectáculo, “más íntimo, personal” —en palabras de Alma Mesa—, donde los nervios del principio se convirtieron en dosis de seguridad.

El escenario ensanchó sus proporciones y acogió no solo al jurado y a los cantantes, no; la bicicleta del periódico, aparcada a los pies de un telón altísimo, fue el oportuno atrezo que sugería el principio de una ruta hacia el éxito; también un hermoso mirador hacia el paisaje tosiriano, que además se asomó a las instalaciones de Diario JAÉN y a su Sala 75 Aniversario, todo a través de una propuesta audiovisual que enriqueció sobremanera la velada.

Llegada la hora, Juan Ernesto Cuenca, Juan de Dios de la Torre, Lola Jiménez, Melody Lorca y Paco Martínez afrontaron la Primera Semifinal, rodeados de un silencio expectante, atentísimo al más mínimo aliento que traspasase cualquiera de esos labios. Fernando Galindo, Luis Gomez y Juan Carlos Muelas acompañaron a los intérpretes en muchos de los temas durante el concurso, que cuenta con la dirección del productor Santiago Villar.

Cuenca, con Renacer, La chica altruista y Corazón convenció al jurado y logró un puesto para optar a ganar el concurso. El Perdón, La isla del amor y Cómo mirarte fueron la elección de Juande de la Torre, que quedó fuera de la terna clasificada. Con Alma negra, además de su particularísima versión de La canción de las noches perdidas y, finalmente, La llorona, que interpretó sentada al piano, logró el pase y el aplauso general. Otro amor vendrá, Recuérdame y La mala costumbre sonaron en la voz de Melody Lorca; la ermiteña fue, a la postre, la segunda eliminada. Cerró un Paco Martínez seguro de sí mismo que con una personalísima reinterpretación de El sitio de mi recreo, Mujer de las mil batallas y Uno a uno, obtuvo el “pasaporte” hacia la final, que se celebrará a finales del próximo mes de octubre en Jaén.

¡Cuántos aplausos reconocieron la valía de los cinco artistas jiennenses, cuántos bravos los arroparon tras sus fantásticas interpretaciones! Tenían que quedar tres, y el jurado, presidido por Luismi Peláez, trabajó duro para argumentar su decisión, esa que, por más difícil que resultase, resumió una noche increíble, inolvidable.