Un fontanero, en la cárcel por una estafa millonaria

Se quedó con el dinero que pidió prestado a nombre de sus clientes

30 mar 2017 / 12:12 H.

Dicen que se trata de una de las mayores estafas detectadas en la provincia. Un engaño millonario, que podría superar los 800.000 euros y que ha llevado a prisión preventiva a un fontanero de Úbeda. En el Centro Penitenciario de Jaén, este pequeño empresario del sector de la climatización espera juicio por un timo que dejó “enganchadas” a numerosas entidades financieras y a centenares de personas de toda la provincia que se fiaron de él. El “modus operandi” era sencillo: el fontanero utilizaba los datos que le aportaban sus propios clientes para solicitar diversos préstamos, falsificaba su firma y se embolsaba el dinero.

La investigación policial comenzó hace ahora un año. Uno de los perjudicados presentó una denuncia en la Comisaría en la que relataba que una entidad financiera le estaba reclamando 627 euros como impago de un crédito de 8.375 que había solicitado a su nombre. El hombre aseguraba que no había pedido préstamo alguno. Días después, llegó dos denuncias más, en las que se reflejaban hechos similares. ¿Cuál era el nexo común de los tres casos? Los investigadores descubrieron que los afectados habían contratado con el mismo fontanero de Úbeda diversos trabajos de climatización en sus casas. Así que todas las sospechas se centraron en este empresario.

¿Cómo conseguía los préstamos? Las fuentes consultadas explican que el encausado solicitaba los datos personales a sus clientes (nóminas, fotocopias del DNI, cuentas bancarias...) con la excusa de que podían financiar los trabajos realizados en sus viviendas. Sin embargo, lo que hacía era pedir préstamos sin que ellos lo supieran, con lo que burlaba tanto a las entidades crediticias como a las víctimas.

No era una estafa “típica”, ya que el empresario iba pagando las cuotas giradas, con el objeto de no ser descubierto por los verdaderos titulares. Sin embargo, cometió algunos fallos en algunos pagos, lo que hizo que las financieras solicitaran el dinero pendiente a los clientes del fontanero. Esa circunstancia hizo saltar la liebre. La Policía Nacional detuvo al empresario en mayo y en junio de 2016. En principio, se le acusaba de tan solo tres operaciones fraudulentas que sumaban unos 50.000 euros. Quedó en libertad con cargos. Sin embargo, conforme fueron pasando los meses, fueron llegando muchas más denuncias al Juzgado y la magnitud de la presunta estafa se hizo enorme. Y es que las fuentes consultadas explican que el fontanero llegó a pedir créditos a nombre de sus clientes por valor de más 800.000 euros, de los que pagó cuotas por valor de 200.000.

En esa tesitura, varias de las empresas financieras pidieron al Juzgado de Instrucción número 3 de Úbeda, que se encarga del caso, que encarcelara de forma preventiva al empresario encausado, debido a que había riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. La magistrada accedió a la petición y ordenó el ingresó en prisión de este hombre. Las fuentes judiciales consultadas aseguran que el fontanero reconoció los hechos desde un principio y ha mostrado una actitud de “total colaboración con la Justicia” para el esclarecimiento total de todos los delitos. Ante la Policía aseguró que actuó de esta forma debido a que su empresa atravesaba momentos críticos de liquidez financiera y que la “única solución” que vio fue solicitar créditos a nombre de sus clientes. La investigación judicial de la causa todavía ha terminado debido al gran número de afectados a los que se está tomando declaración.

“La única solución” para intentar salir de una difícil situación económica

La empresa regentada por este fontanero de Úbeda, dedicada a realizar trabajos de climatización, atravesaba un difícil situación económica. Acuciada por las deudas y por los embargos, su propietario tenía cerrado el grifo de la financiación. Los bancos no le concedían ni un solo euro y la viabilidad de la sociedad por la que llevaba toda su vida luchando estaba más que en entredicho. Así se lo contó a los investigadores que lo detuvieron por primera vez en mayo del año 2016. Esa situación crítica le llevó a utilizar los datos de uno de sus clientes para conseguir un crédito. Vio que, de esta forma, pudo acceder al dinero que tanta falta le hacía para mantener su actividad. Su idea era seguir trabajando y pagar las cuotas. Presuntamente, fue repitiendo el “modus operandi” y devolviendo el dinero que había pedido a nombre de otras personas. Sin embargo, hubo un momento en que ya no pudo más y dejó de pagar los préstamos. La estafa quedó al descubierto. Desde el principio se sospechó de que había muchos afectados repartidos por toda la provincia jiennense. Lo que la investigación judicial está poniendo al descubierto es la enorme magnitud de los hechos, con un supuesto fraude de unos 800.000 euros.

Investigación compleja y bastante laboriosa

Colaboración. La instrucción judicial de la causa del fontanero está resultando muy laboriosa. Y es que son muchas las personas que son titulares de préstamos solicitados a su nombre por el fontanero. En algunos casos, el acusado llegó a solicitar varios créditos con los datos de un único cliente. Desde el principio, el encausado reconoció los hechos y está mostrando una total colaboración con la Justicia.