Un empresario local “resucita” Aceites La Laguna de Baeza

Juan Félix Ruiz adquiere la almazara de Puente del Obispo por unos tres millones

15 mar 2017 / 12:22 H.

Aunque los cambios empezaron hace unos meses, Aceites La Laguna, una almazara ubicada en Puente del Obispo, está preparada para emprender una nueva etapa, la que recorrerá de la mano de Juan Félix Ruiz Catena, un empresario de éxito baezano que cerró su adquisición por unos tres millones de euros, después de que la sociedad anónima se viera inmersa en un concurso de acreedores.

A pocos meses de cumplir sus veinte años de vida, la almazara resucita de manos de un emprendedor, que proviene del sector cárnico e inmobiliario y su familia es conocida en la Ciudad Patrimonial por llegar a cabo importantes negocios, como la compra del edificio del Café Mercantil. Ahora, recalca el propietario, tiene en mente un proyecto “ilusionante” para esta aceitera, que ya ha empezado a dar sus frutos. “El 29 de diciembre salió el primer aceite de la almazara, después de estar tres años cerrada. En esta campaña hemos molturado unos tres millones de kilos y ha sido gracias a agricultores y amigos del pueblo que han confiado en mi proyecto”, explica Ruiz, quien añade que ha sido un proceso muy largo que concluyó la semana pasada con la firma de las escrituras. El propietario indica que mantendrá el nombre de “Aceites La Laguna” y que, paralelamente, creará un oro líquido que se llamará Cortijo La Labor. También apostará por el oleoturismo. Por este motivo, Aceites La Laguna, que cuenta con una capacidad de producción de 600.000 kilos de aceituna diaria y de cinco millones de litros de aceite para su almacenamiento, también abrirá sus puertas al público. “Nuestra idea es aprovechar la ubicación que tiene para incluirla dentro de la red de almazaras visitables que hay en la provincia”, relata el empresario baezano. Ruiz manifestó que conserva la plantilla de cinco trabajadores que anteriormente trabajaban en la almazara. “Gracias a ellos he podido arrancar el molino en solo cinco días. Las instalaciones están intactas”, subrayó el jiennense.

Aceites La Laguna de Baeza comenzó su andadura el 24 de mayo de 1997. Llegó a moler unos treinta millones de kilos en campañas en las que la actividad alcanzó sus máximos históricos. La sociedad anónima, que contaba con unos ochenta socios y una facturación de unos doce millones de euros, ocupó una importante posición en el mercado del aceite del oliva. Sin embargo, a finales de 2013 se hizo pública la situación crítica que vivía la empresa. Tenía deudas que ascendían a los catorce millones de euros, de los cuales seis correspondían a los impagos de la liquidación de la cosecha a olivareros que molturaban en sus instalaciones. La falta de respaldo para poner en marcha un proyecto de viabilidad a tres años que pretendía reflotar la aceitera hizo que Aceites La Laguna de Baeza saliera a concurso de acreedores en enero de 2015. La empresa llegó a la fase de liquidación por orden del Juzgado de lo Mercantil. Salió a la venta la fábrica y todo lo necesario para la producción de oro verde, “incluida la plantilla”. La puja se abrió por un precio de cinco millones de euros. Finalmente, y después de un largo proceso de trámites, Aceites La Laguna resucita, gracias a la compra de este empresario, que —como comenta—, vio en el inmueble una oportunidad de negocio. “No pretendo llegar a molturar treinta millones de kilos como ya lo hizo en su día, pero sí crecer, envasar mi propio aceite y abrirme al mercado internacional”, concluyó.