Un celador, denunciado por acoso por una enfermera

Un juez de la capital investiga la denuncia presentada por una enfermera del Complejo Hospitalario de Jaén contra un celador del mismo centro, al que acusa de acosarla laboral y sexualmente. Presuntamente, ha llegado a “frotarse” contra ella mientras ambos están trabajando o tocarse sus genitales tras seguirla hasta su domicilio. El hombre, que ayer fue interrogado por su señoría en calidad de investigado, niega todos los cargos. En su descargo, afirma que la enfermera pretende cambiar de hospital y, por ello, se ha inventado la historia que ha relatado en su denuncia.

La mujer asegura que la situación de acoso comenzó hace aproximadamente dos años y que se desarrolla tanto en el ámbito laboral como a la salida del puesto de trabajo. El supuesto acosador es su propio compañero, un celador del área de Urgencias del hospital Médico-Quirúrgico con el que comparte turnos. En este sentido, la denunciante explica que el ahora investigado “hace por encontrarse con ella”. Ella, en un principio, hablaba de “sonrisas maliciosas” o de “besos lanzados al aire”. Después, se produjeron piropos subidos de tono como “qué guapa eres” y “qué buena estás”, según siempre la versión de la denunciante. No obstante, al enfermera asegura que el celador dio un paso más en su trabajo: Asegura que el hombre hace por verla e intenta rozarse con ella, “algo que ha hecho incluso cuando va acompañada de otras personas”.

La mujer relata otro episodio más que le ocurrió cuando regresaba a su casa, tras terminar su turno de trabajo. Explicó a la Policía que su supuesto acosador la siguió y se aproximó hasta quedarse a apenas un metro. “Se tocó los genitales sobre la ropa al tiempo que le decía que estaba muy buena”, se recoge en la denuncia, a la que ha tenido acceso Diario JAÉN. Al respecto, la enfermera teme que la situación “vaya a mayores” y es por lo que decidió acudir a la Policía.

Y es que la mujer ya había comunicado a la Dirección del Complejo Hospitalario de Jaén el presunto acoso sexual que estaba sufriendo en el interior del recinto. Así, el pasado mes de octubre, lo puso en conocimiento del Servicio de Salud Laboral, que no le da traslado hasta casi dos meses más tarde, según ella misma asegura. Al respecto, añade que ha solicitado un cambio de destino, porque la situación le está afectando psicológicamente y causa un “grave perjuicio a su vida laboral y personal”.

El juez Miguel Sánchez-Gasca interrogó ayer como investigado al celador. Negó todos los cargos. En principio, incluso, negó conocer a la denunciante. Después, admitió que es su compañera de trabajo. Eso sí, sobre la denuncia reiteró que todo es una invención, motivada porque ella quiere cambiar de centro de trabajo y piensa que así lo puede conseguir.

Las pesquisas judiciales no han hecho más que empezar. Ahora, el magistrado podrá solicitar la práctica de nuevas diligencias de investigación, como la toma de declaración de posibles testigos.