Un “borreguito” que rima para la Pastora

El poeta Javier Cano Expósito exalta a la Virgen María en el prolegómeno de los días grandes para la cofradía

31 ago 2017 / 11:21 H.

Aunque la zona cero del comienzo de las fiestas en honor de la Divina Pastora estuviera en el Antiguo Hospital de San Juan de Dios, donde se pronunció el pregón de exaltación a esta advocación de María, las fiestas son por y para el barrio de San Ildefonso, al tener la Virgen allí su sede canónica. Eso sí, para echar a andar estos días de intenso fervor, el primero de los pasos fue el que dio el poeta y trabajador de Diario JAÉN, Javier Cano Expósito, encargado de pronunciar unas emocionadas palabras de exaltación, una sucesión de versos en los que mostró su veneración por la Pastora Celestial. “¡Quisiera ser borreguito de tu escogido rebaño y merecer, todo el año, tu tacto dulce y bendito”, recitó Cano, que deseó: “Que tu mano materna, tu mano que alienta y sana, ungiese mi piel de lana con una caricia eterna”.

Las palabras de Cano fueron las de un hombre de letras que conoce bien las tradiciones de su ciudad, como lo demostró al emocionar con algunas de las líricas líneas que plasmó en unas cuantas cuartillas: “La plaza quiere girar, lo mismo que la bandera, la plaza se muere entera por ser paloma y volar, quiere subir y bajar, quiere acariciar el suelo, partir, remontar el vuelo”. Así se acordó de uno de los momentos más especiales de esta festividad, una de las “estampas más jaeneras”, en palabras del secretario general de la cofradía, José Enrique Solas, como es el concurso de revoleteo de banderas, en la mañana de la esperada procesión, prevista para el domingo, a partir de las siete de la tarde.

El representante de la hermandad recordó que, después del acto inaugural, ya para hoy, se vivirán momentos como el desfile, que comenzará desde la casa de la hermana mayor, Paloma Martínez Martos. Es una salida a la calle muy especial, ya que se porta la imagen en miniatura de la titular, del siglo XVIII, una joya recién restaurada por Néstor Prieto. En este recorrido por San Ildefonso, con parada en las Bernardas y fin en la basílica, se revivirán momentos únicos, “estampas jaeneras”, como la bendición de los garbanzos tostados. Y es que la Pastora Bendita es también jiennense y olivarera y, como glosó el pregonero sobre la protagonista de toda la programación: “Tu mano huele a trabajo, tus ojos de aceitunera conocen la luz primera del alba dura del tajo”.