Tradición que encumbra el alma

La Vera Cruz procesiona con unos cincuenta miembros de la Guardia Civil por la capital

30 mar 2018 / 11:21 H.

El interior de la basílica menor de San Ildefonso era un ir y venir constante de túnicas, capirotes y velas. El templo reverberaba vida, un movimiento constante impulsado por las emociones de todo un año, aglomeradas y que retumbaban en las paredes del lugar sagrado. Frente a la imagen de Jesús Preso, aguardando el momento de su salida, se repartían los últimos abrazos y ánimos, con palabras que dejaran huella en las mentes de los costaleros que llevarían sobre sus hombros las imágenes de la Primitiva, Pontificada y Real Congregación del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y María Santísima de los Dolores. La hermandad es la más antigua de Jaén, fundada en 1541, y no deja de atraer a los devotos jiennenses por su fuerte unión con el barrio de San Ildefonso.

Mercedes Cantón lleva tantos años saliendo en la procesión de la cofradía que no se atreve a dar un número. “Son un montón, es como si lo hiciera de siempre”, porque Cantón nació en Frailes y vino a Jaén con 19 años. “Ahora tengo 77, así que haz cuentas”, dijo con la sutil sonrisa que caracteriza a las mantillas, comedidas en sus gestos, que acompañan a la Virgen en el penar por su Hijo. Minutos antes de la salida de los pasos por la puerta de la basílica menor, Cantón recordaba la época en la que estuvo como miembro de la junta de gobierno del Rocío. “A veces nos invitaban a salir también en su procesión, pero hace mucho tiempo de eso, ahora solo estoy en la Vera Cruz, porque es la mía, la de siempre”. A pesar del paso del tiempo la ilusión no desaparece, su mirada se conserva limpia y segura por el caminar que le esperaba al otro lado de las puertas. “No se nota tanto, cuando se empieza la marcha, se sigue adelante, una no se puede parar, y por eso contamos con el apoyo de las compañeras, que es muy importante”, comentó.

Tanto por las personas que estaban como por las que no, los recuerdos durante la procesión emergían y hacían aflorar la emoción. “Pero se avanza, pasito a pasito”, dijo Cantón, aún con la ligera sonrisa de quien atesora una vida de experiencias.

La espera concluyó y las puertas de la basílica menor se abrieron. A las cinco y media de la tarde, la cruz de guía iniciaba su marcha por las calles de la capital, preparando el recorrido que seguirían después los pasos de la hermandad. Jesús Preso fue el primero en cruzar las puertas, cuyas costaleras son exclusivamente femeninas. La Agrupación Musical Cristo de la Columna y Nuestra Señora de las Lágrimas, de Baeza, fue la encargada de poner sones al caminar del paso del misterio.

Una abarrotada Plaza de San Ildefonso esperaba la salida de las imágenes de su cofradía, a las que recibieron con un mar de aplausos, así como con una saeta desde el balcón del edificio que se encuentra frente a la basílica menor. El espacio entre los devotos y el paso era mínimo, pero respetado, y avanzó sin impedimentos hacia las calles de la capital.

El Cristo de la Vera Cruz continuó con la marcha iniciada por Jesús Preso. Los miembros de la Guardia Civil fueron su compañía de honor, con unos cincuenta agentes que participaron en el cortejo procesional. “La emoción que se siente aquí es especial”, confesó el teniente coronel jefe de la comandancia, Luis Ortega, y destacó cómo la Benemérita ha formado parte importante de la composición de la Vera Cruz durante sus 75 años de relación, como parte de la historia. Una tradición que, declaró, desean mantener y continuar por más años. A las puertas del templo el Cristo de la Vera Cruz hizo una levantá en honor a la Guardia Civil y fue el propio Luis Ortega quien dio el toque para que alzaran el paso, en un gesto muy especial que el público observó y aplaudió. La Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Salud, de Córdoba, continuó el recorrido tras el Cristo y los miembros de la Benémerita, con música que retumbaba en el pecho. María Santísima de los Dolores inició su trayecto una hora después que comenzara la procesión. A pesar de la cuesta en la salida, su colocación fue limpia. La Agrupación Artístico-Musical Miguel Ángel Colmenero, de Jamilena, dio voz sonora a los lamentos de la Virgen, que atravesaba las calles con la admiración de los jiennenses.

Diario JAÉN con la Dolorosa
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Los jiennenses tuvieron la oportunidad de adquirir su medalla de María Santísima de los Dolores, de la Cofradía de la Vera Cruz, junto con la edición del día de Diario JAÉN, en un puesto próximo a la basílica menor de San Ildefonso. Muchas familias se acercaron, interesadas por completar su colección de las Dolorosas, exclusiva del periódico.