Temor a que el temporal agrave el deterioro de Las Protegidas

Cuando el viento y la lluvia azotan, en el Grupo 1060-José Antonio del barrio de La Victoria (también conocido como Las Protegidas), algunos vecinos echan la vista atrás hasta octubre de 2013, cuando se desplomó parcialmente el techo del portal del último piso de uno de los bloques, y rezan por que el temporal pase de largo y no agrave el deterioro estructural de los espacios comunes. Hace ya un año que la Gerencia de Urbanismo prescribió a los propietarios el desalojo de las viviendas que están en la última planta, “por riesgo de desplome de la cubierta”; que no utilicen los balcones, precisamente, por esa misma amenaza de desprendimiento, y la colocación de una valla perimetral o de una visera de material resistente que proteja a las personas que circulen por el acerado”. Pero, por falta de capacidad coercitiva para convencer a los vecinos y de dinero, la comunidad no ha hecho ni una cosa, ni la otra.

En lugar de ello, mira a la Junta de Andalucía, a la espera de que tome la iniciativa y ejecute la rehabilitación que comprometió allá por febrero de 2009 —algo que está reivindicando también en los tribunales—, y al Ayuntamiento. En este caso, para que valle la manzana, tal y como sostiene el presidente del grupo, Juan José de la Torre, les garantizó el año pasado. Pero el tiempo pasa y —sintetiza De la Torre—: “Unos porque dicen que no los votamos [en alusión al PSOE] y otros porque sí y están confiados, ninguno hace nada. Cuando ocurra alguna desgracia, tendremos que lamentarlo”. La comunidad, que se queja de que no haya sido posible repetir en Las Protegidas el acuerdo a cuatro bandas que alcanzaron el Estado, la Junta y el Ayuntamiento de Granada para culminar la rehabilitación de la barriada de Santa Adela, ha solicitado una reunión con el alcalde, Javier Márquez, para plantearle estos asuntos.