Solo la puntería separa al Linares de una gran victoria

Buen encuentro de los azulillos ante el Villanovense, que recobran, parcialmente, las buenas sensaciones

13 feb 2017 / 12:29 H.

No pudo ser. En un partido antiestético y de pocas ocasiones, en el que el viento y la pertinaz lluvia martillearon a los futbolistas de inicio a fin, el Linares Deportivo, en una buena segunda parte, no consiguió materializar ninguna de las buenas oportunidades con las que contó en el último tercio del choque, y se volvió de Extremadura, del campo del cuarto clasificado, el Villanovense, con un punto que, “a priori”, podría ser válido pero que, tras los méritos desplegados sobre el césped del estadio Romero Cuerda, sabe a poco.

Miguel Rivera sorprendió a todos con su alineación. Para empezar alineó a Cristian, hasta la fecha portero suplente, y Lopito permaneció en el banquillo. Álvaro Vega hizo pareja con Gonzalo en la defensa, y Rosales ejerció como pivote. Asimismo sacó como delantero titular a Chus Hevia, e Ian González arrancó como suplente. Mario Martos y Joselu —tras ser baja la última semana— volvieron al once, y Gámiz no salió de inicio. Sí lo hizo Luis Lara. Muchos cambios, por tanto, también con el propósito de recomponer un esquema maltrecho por las bajas de hombres relevantes en el equipo azulillo como son Corpas y Rodri, bajas por lesión.

El estadio de Villanueva de la Serena (Badajoz) parecía, así, uno de los escenarios en los que William Turner, el gran pintor británico del paisaje, se inspiró para su cuadro “Lluvia, vapor y viento”. La diferencia es que sobre él aparecieron veintidós futbolistas que regalaron a los valientes espectadores del encuentro una primera parte soporífera, sin apenas ocasiones. El verde tapete estaba resbaladizo, y el Villanovense quería hacer daño por los laterales, sin éxito. Durante estos primeros cuarenta y cinco minutos ambos contendientes demostraron porque son dos de los peores conjuntos de la segunda vuelta —con cuatro puntos de dieciocho posibles, los extremeños, y con cinco de otros tantos, los linarenses—.

El equipo de Rivera lo intentaba con balonazos en largo a Chus Hevia, que parecía Robinson Crusoe la primera mitad, y lo más peligroso llegó desde las botas de Luis Lara en banda derecha. Por su parte, el Villanovense parecía querer tener el control de la pelota, pero era un dominio estéril, que solo se materializaba en ligero peligro con lanzamientos lejanos de Mustapha. Antes del descanso llegó la desafortunada lesión de Higinio, que se echó al suelo tras llevarse la mano al muslo. En lugar del capitán entró Rueda, que venía de debutar en la derrota ante el Extremadura y cuajó una gran segunda mitad. Este pasó al medio del campo y Rosales ocupó la banda del reemplazado Higinio.

La segunda parte del partido bajo el naufragio siguió con la misma tónica que se tenía al llegar al descanso. Pero todo cambió en la última media hora. Un contraataque del Linares Deportivo, dirigido por Mario Martos, acabó con un disparo de este que atajó el meta Wilfred —el mejor del encuentro — y cuyo rechace, por muy poco, no introdujo en la red Luis Lara. Fue este, sin duda, el punto de inflexión del choque, pues el Linares empezaría a avisar y a gozar de buenas ocasiones de peligro. Como nota negativa, las amarillas que recibieron Rosales y Gonzalo, que les hará perderse el encuentro decisivo de la próxima semana ante el peligroso Jumilla.

En el minuto 73, Valverde cometió una falta infantil tras robo de Joselu, y Rueda la puso con calidad en la cabeza de Gonzalo que, solo, envió la pelota por encima del larguero. Fue una ocasión clarísima de los de Rivera. Pero, aún, sería mayor la que tuvo Chus Hevia para ser, recién llegado a la disciplina azulilla, el héroe. Peleó un balón en largo y se quedó frente a Wilfred, pero, en dos ocasiones, el meta del Villanovense sacó el balón de forma milagrosa. Fue la última gran oportunidad del partido, pero el esférico no quiso entrar, y el Linares se vuelve con un punto, pero con un buen sabor de boca. Los azulillos recuperan sensaciones ante un rival de enjundia, y a domicilio, lo que ha de insuflar moral a los jugadores y técnico. Y quien, sin duda, guardará un buen recuerdo del partido es Casi, que fue despedido con numerosos aplausos por el que fuese su público la campaña pasada.