Sanción por el retraso en el Mercado de San Francisco

Las obras del Mercado de San Francisco comenzaron a mediados de agosto del año pasado con la idea de terminarlas en un mes, cuando arrancaron ya iban tarde, a tenor de las quejas expresadas por la propia asociación de empresarios de la plaza de abastos. Ayer, todavía no estaban concluidas y, por el camino, el proyecto es objeto de todo tipo de críticas, desde las formuladas por los propios industriales, atónitos ante los retrasos y la falta de información por parte del equipo de Gobierno, promotor de las reformas, hasta las planteadas por partidos como Ciudadanos, que cuestionaron la calidad de los materiales empleados. Con el paso de los meses, queda claro que algo no se hizo bien, como demuestra el hecho de que la empresa adjudicataria ya es objeto de sanciones por parte de la Administración local. En concreto, como informa la Concejalía de Hacienda y Contratación, por el momento se le impone una penalidad de 1.574 euros por la tardanza en atender las obligaciones incluidas en el lote 3 de los trabajos, es decir, la renovación de los paneles de los puestos, para que, en lugar de azulejos, el revestimiento sea de un producto que imita la madera.

De todos modos, las cosas se pueden poner más feas para la contratista, puesto que tendrá que hacer frente a unas multas por los problemas con el suelo. Se pidió un pavimento de máxima calidad que, a tenor de las circunstancias, no casa con el colocado finalmente que, en algunos puntos, ya presenta desperfectos, antes incluso de que las obras hayan sido recepcionadas por el Ayuntamiento, o lo que es lo mismo, sin que haya comenzado el periodo de prueba. Ante esta constatación, la concejalía que dirige Manuel Bonilla ve más que probable que se apliquen nuevas penalidades e, incluso, que se incaute la suma entregada a modo de garantía. “El suelo está pendiente de recepción y de liquidación y el plazo ha sido superado con creces en todas las ampliaciones dadas por la dirección de obra”, precisa el responsable municipal. Las obras fueron adjudicadas, en agosto, a la empresa jiennense Fecada por un importe de 385.000 euros, lo que supuso un siete por ciento menos de la base de licitación inicial. Con la idea de no alterar la actividad de la lonja, se tomó la determinación de que los negocios iban a cerrar el menor tiempo posible y el resto de los trabajos se ejecutaría fuera del horario comercial.