San Isicio levanta pasiones

La gastronomía típica y el folclore ilustran una fiesta ancestral en el mejor marco

15 may 2018 / 12:43 H.

La romería en honor del patrón de Cazorla, San Isicio, que se remonta al siglo XVI, supone un paréntesis en la primavera y traslada al municipio a sus tradiciones más ancestrales. De hecho, sus vecinos portaban los refajos, las esparteñas, los chalecos y pañuelos, que suponen la indumentaria típica cazorleña. Como todos los años, la tradicional romería es especial, pero sobre todo lo es este 2018, puesto que durante los meses de febrero, marzo y abril llegaron las preciadas y necesitadas aguas que llenan de luz, vida y color el entorno del ya de por sí bonito municipio.

La Corporación Municipal, bajo mazas, autoridades e invitados, se trasladaron desde el Ayuntamiento hasta la ermita de San Isicio, levantada en el siglo XVII en la bella ladera que lleva su nombre. Poco después se desarrolló la actuación de bailes regionales, que corrió a cargo del grupo folclórico Viola Cazorlensis, de la Asociación de Mujeres Dama, en las Ruinas de Santa María. Una vez que la imagen de San Isicio —manojo de espigas y primer racimo de cerezas de la temporada en sus manos— salió de su ermita para ser trasladada hasta la iglesia parroquial llegó uno de los momentos más esperados, la quema de magníficos fuegos artificiales confeccionados por la pirotécnica Sánchez de Martos en honor de San Isicio, un sobrecogedor momento que contó también con la asistencia de la Corporación Municipal, autoridades e invitados, quienes, junto con los vecinos y visitantes, fueron testigos de cómo la mirada del santo encaraba el horizonte.

Los adornos ancestrales de fachadas, ventanas y balcones con candiles hechos de caparazones de caracoles iluminaron el caminar del patrón. Menos mal que la cuerva —“sangría” tradicional de la zona— corrió y alivió las gargantas, anudadas por la emoción. Y es que la gastronomía es otra de las protagonistas de esta cita, que tiene en las habas y las cerezas sus mejores manjares. Por su parte, el municipio vive hoy una jornada intensa, que comienza a las doce del mediodía con la solemne fiesta religiosa en la parroquia, continúa con actividades y juegos para los niños, y el campeonato de chinos. Ya por la tarde, a las siete y media, sale la procesión desde la parroquia de Santa María hasta su ermita. A la llegada de la Corporación y los invitados a la Plaza de Santa María hay bailes regionales a cargo del grupo folklórico La Tragantía, en las Ruinas de Santa María. Un intenso programa con el que el municipio se vuelca para demostrar su amor al protector de los cazorleños.