Salto al otro lado del charco

Arturo Fernández se formó en Ingeniería Informática de Gestión en la antigua Escuela de Peritos de la Universidad de Jaén. Ahora la vida lo ha llevado hasta Santa Mónica, donde extraña algunas cosas del Santo Reino

17 mar 2019 / 16:18 H.

Desde Santa Mónica, en la estadounidense California, llega la historia de Arturo Fernández Montoro, un jiennense que se dedica a la ingeniería informática y que trabaja en el departamento de Software de una empresa. “Pertenezco al grupo de operaciones técnicas y me dedico a desarrollar software de automatización y para infraestructura. Somos un equipo de seis personas que mantenemos unos 2.000 servidores que se encargan de abastecer 200 sitios web, que son el negocio de la compañía”, afirma, al mismo tiempo que precisa que las páginas a las que dan soporte “son de contenido y otros ‘marketplaces’, principalmente de arte”. La Antigua Escuela de Peritos fue el lugar donde aprendió parte de lo que sabe, lo demás se lo dio la experiencia. Estudió Ingeniería Informática de Gestión en la Universidad de Jaén y su interés está especialmente enfocado hacia la Inteligencia Artificial, tema sobre el que versó su Trabajo de Fin de Carrera.

Se considera todo un apasionado de su profesión. “Durante años me dediqué a escribir artículos de divulgación sobre Linux y Software Libre, tanto en revistas nacionales como internacionales. Posteriormente, una editorial inglesa publicó un libro que escribí por encargo sobre aplicaciones móviles para iPhone”, explica Fernández, que, a raíz de todo esto, consiguió que una agencia digital de Santa Mónica contactara con él para ofrecerle un trabajo. “Me comentaron que mi libro les había sido de gran utilidad y que estaban interesados en que trabajara para ellos. Me mudé a Santa Mónica en 2014 y empecé a trabajar para esa agencia digital. Principalmente, desarrollé sitios web para productoras de Hollywood y para canales de televisión”, indica este jiennense, que ha trabajado para compañías de renombre como Netflix, Ferrari, Dreamworks Animation, Lionsgate y WNG America. Se trata de toda una aventura en la que, por fortuna, no está solo, puesto que cuenta con el apoyo de su mujer y de su hijo, que es su verdadero amor.

“Lo que más echo de menos es la familia. Se hace difícil vivir tan lejos, puesto que el vuelo directo son 12 horas”, afirma Fernández, que, en especial, recuerda cuando subía con su padre a La Rosca a desayunar churros con café. “Eso es de lo que más extraño”, afirma un ingeniero que no puede evitar acordarse de cuándo recorría la provincia en moto. “En general, no echo de menos la comida, puesto que en Santa Mónica se puede encontrar prácticamente de todo. Sí me acuerdo mucho de las croquetas que hace mi madre y de la ensaladilla de patatas de mi suegra”, asegura Fernández.

A veces piensa en volver a ejercer en España, le gustaría “si la mentalidad fuera la misma que la americana”. “En general, en Estados Unidos se premia mucho el esfuerzo y no importa tu origen. Si demuestras que vales, siempre se te recompensa”, asegura, a la vez que reconoce: “Aquí, al menos en California, la gente es muy práctica y lo importante en el trabajo es que te esfuerces y produzcas resultados satisfactorios”, dice un jiennense que, por su condición de padre, hace hincapié en que la “conciliación laboral es mucho más fácil”. “Las compañías entienden que tienes que dedicar tiempo a la familia y la flexibilidad horaria es total”, asegura Fernández.

Pero este jiennense no solo ha probado los aires norteamericanos. “Estuve cinco meses trabajando en Londres. Aquello fue a finales de 2009 y principio de 2010. Pero anda que ver con el sol de California”, bromea el ingeniero informático, que, a modo de balance, afirma estar “contento” con su vida al otro lado del charco. “No me puedo quejar y me siento muy agradecido. Hemos hecho buenos amigos y vivimos a diez minutos de la playa”, concluye.

SEGURIDAD Y VIDA SANA

Arturo Fernández asegura que la vida en Estados Unidos es muy diferente a la de España. En este sentido, hace hincapié en que los americanos “están muy preocupados por la vida sana, la dieta y el ejercicio”. “Al final te acabas contagiando y en vez de quedar para ir de cañas con los amigos acabas yendo a jugar al baloncesto o a hacer surf a la playa”, puntualiza.

Otra de las cosas que más llamó su atención es el concepto de seguridad. “Las puertas no están blindadas. De hecho, las cerraduras son muy básicas”, asegura, acerca de un asunto que, para él, no es preocupante, puesto que a pesar de esto la sensación de seguridad “es total”. “Puedes dejarte el móvil en la mesa de un bar o restaurante y nadie te lo roba”, afirma un jiennense enamorado de California y de sus costumbres, por lo que, aunque no lo descarta, no piensa volver a España por el momento.

acción de gracias

“Thanksgiving” en inglés o, como se conoce en España, “Acción de gracias” es un día de tradición en Estados Unidos. Típico de las películas de sobre mesa, en las que los americanos se cenan un buen pavo. “Respecto a las costumbres, me llama mucho la atención la cena de ‘thanksgiving’. Es tradicional reunirse con la familia o amigos a cenar. Antes, cada uno da las gracias por todo lo bueno que le ha pasado durante el año”, afirma, a la vez que apostilla que la cena empieza a las 14:00 horas y dura toda la tarde y parte de la noche. Asimismo, se trata de una jornada de convivencia entre seres queridos que, en Estados Unidos, es más importante que la de Nochebuena. “De hecho, la cena de ‘Thanksgiving’ se celebra de forma similar a la Nochebuena en España”, asegura este ingeniero informático sobre algo que llamó mucho su atención.

UN INGENIERO DE LA INFORMÁTICA, AUTOR DE UN LIBRO Y TRABAJADOR NATO EN LA MATERIA
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Arturo Fernández es jiennense de pura cepa y estudió Ingeniería Informática de Gestión en la antigua Escuela de Peritos de la capital, perteneciente a la Universidad de Jaén. Asimismo, estuvo un tiempo de su vida —entre finales de 2009 y principios de 2010— en Londres. No obstante, ahora, con su vida más que asentada en California, dice que no cambiaría la buena temperatura durante casi todo el año en Santa Mónica y vivir a diez minutos de la playa por Londres. Fernández, entre otras cosas, ha trabajado para compañías tan importantes como Netflix, Dreamworks Animation, Ferrari, Lionsgate y WNG America. Eso sí, siempre con dedicación a la gestión del software de las empresas, que, en definitiva, es para lo que se formó. Un libro que escribió por encargo sobre la misma temática le sirvió para conseguir su actual trabajo en Santa Mónica, donde reside junto con su mujer y su hijo pequeño. Además, la familia ha hecho muchos amigos en Estados Unidos. Una vida, la verdad, que no cambiarían por nada.

LAS DIFICULTADES PROPIAS DE ALGUIEN QUE VIENE AL MUNDO POR PRIMERA VEZ
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Fernández hace hincapié en que una de las cosas más difíciles en el inicio de su periplo por Estados Unidos fue el tener que aprender muchas cosas “desde cero”. Por ejemplo, cosas aparentemente tan sencillas como abrir una cuenta bancaria o contratar un seguro para el automóvil.

una gran aventura que no sería lo mismo sin los amores de su vida
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“Llevo 4 años y medio. En esta aventura me acompaña mi mujer, y desde hace 2 años, un pequeñín que nació allí”, afirma Fernández, que califica de curioso el hecho de que, después de un tiempo allí, ya vea Santa Mónica como su casa. “Mi hijo entiende todo, pero habla en inglés”, apostilla.

UNA TEMPERATURA LA MAR DE ENVIDIABLE QUE NO CAMBIA POR NADA
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Este ingeniero estuvo en Londres durante un tiempo, pero afirma que no cambia California por nada. “Vivimos a diez minutos de la playa, hace un sol espléndido y las temperaturas son muy agradables durante casi todo el año”, declara un jiennense enamorado de Santa Mónica.

VALORA EL CAMBIO COMO POSITIVO, AUNQUE HAY COSAS QUE LE CHOCAN
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No todo fue fácil para Arturo Fernández cuando decidió cruzar el Atlántico. Por ejemplo, las distancias le parecen bestiales. De hecho es de lo que más le llamó la atención en comparación con España. “Aquí todo el mundo va en coche, el transporte urbano es muy malo”, puntualiza.