Raphael se da un baño de masas como Hijo Predilecto

El “divo” de Linares recibe una distinción única y llena de sentimiento

15 may 2018 / 09:01 H.

Si a Linares le faltaba poco para ser conocida en todo el mundo, ahora se puede decir que en cada rincón del planeta saben de qué ciudad se está hablando gracias a un mito, “el divo”, como no podía ser de otro sitio, de Linares. Raphael recibió la distinción de Hijo Predilecto de la ciudad, en sus palabras, una de las pocas cosas que le quedan por conseguir en una vida repleta de éxitos.

“Con mi hijo mayor, Jacobo, en los brazos, descubrí la placa de la casa donde nací. Mejor dicho, donde viví, porque nacer lo hice en el Hospital Los Marqueses. Más tarde inauguré la calle que lleva mi nombre, leí el pregón de la Feria de San Agustín desde el balcón del Ayuntamiento y he protagonizado conciertos sensacionales y emocionantes”, aseguró “El Ruiseñor de Linares”, al mismo tiempo que reconoció que, a pesar de que estos momentos siempre quedarán en su corazón, el de su distinción como Hijo Predilecto se ha convertido en “uno de los días más bonitos de toda su vida”. “Vivir en Linares sienta bien, pero no podéis imaginar lo que se siente al volver”, dijo un artista que se supo más que arropado por un auditorio, el de El Pósito, en el que no cabía ni un alfiler.

Minutos de aplausos. Esto fue lo que le dedicó la ciudadanía de Linares a su “niño”, el de siempre, el que lleva el nombre de la ciudad por bandera a todos los rincones de planeta. El que nació y morirá linarense. “No sé qué sentirá mi padre, pues ‘me quité’ el primer apellido, Martos, y todo el mundo me conoce por la tierra donde nací, Linares”, señaló el cantante.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Juan Fernández, fue el encargado de ofrecer el pergamino y la medalla que convierten a Raphael en Hijo Predilecto de la ciudad. Al mismo tiempo, el dirigente municipal destacó la “grandeza musical y la universalidad artística” del “Ruiseñor de Linares”. En este sentido, puso en valor la trayectoria del cantante a todos los niveles y repasó los grados de vinculación que tiene Raphael con la ciudad. “Debe ser muy gratificante que aquello que produces sea utilizado por tanta gente, ya que la música y la emoción se usan para ser feliz, para liberar”, dijo Fernández, quien destacó: “Se puede aprisionar al pájaro, pero nunca se podrá encerrar su canto”.

Con estas emotivas palabras, Raphael, ya sobre el escenario, se rindió a los aplausos, vítores y gritos de un respetable que, con lágrimas en los ojos, vieron cómo su “niño” volvía a la ciudad, a su museo y, como él mismo dice, a su santuario, El Pósito. Linares lo nombra Hijo Predilecto, todo un orgullo para él y sus ciudadanos, pues no hay mejor embajador en todo el planeta que la voz de Raphael, un ídolo musical de los pies a la cabeza.

La Agrupación Musical 1875 de Linares aportó su granito de arena para poner la guinda del pastel a un acto que brilló por su emoción. Con la batuta en la mano, el director de la banda guió a sus componentes a través de la banda sonora de toda una vida. El público revivió momentos únicos al escuchar, con el instrumental de la agrupación, auténticos éxitos del “Ruiseñor” que quedarán para la posteridad. El auditorio municipal de El Pósito se llenó de sonrisas y lágrimas al mismo tiempo al escuchar, sus asistentes, canciones como “Mi gran noche”, “Escándalo”, “Qué sabe nadie” y un sinfín de temas que no solo vertebran la trayectoria de Raphael, sino que son todo un icono para la música española e internacional. De esta manera, la ciudad cerró una etapa para empezar otra, la del “divo de Linares” como Hijo Predilecto de la tierra que tanto anhela.

“Quiero que firme la foto e, incluso, que se exponga en el museo”
CATALINA HIDALGO |
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Catalina Hidalgo es seguidora de Raphael desde que tenía tres años. Su madre le contaba que se emocionaba cuando escuchaba al “niño de Linares” en la radio. Esta es la primera vez que ve al artista tan cerca. Hidalgo guarda como oro en paño una fotografía que le regaló Rafaela Sánchez, madre del cantante, y su mayor ilusión es que el “Ruiseñor” plasmara su firma en ella. “La foto me la regaló cuando vino en 1975 a inaugurar la placa en la casa donde vivió”, dice una seguidora cuya abuela era amiga de la madre de Raphael, por lo que consiguió ir a un concierto suyo en la Piscina Benidorm y, más tarde, en el Hotel Argüelles, Rafaela Sánchez extrajo una foto de su hijo de un álbum y se la regaló a Hidalgo.

“Me compré este disco con mi primer sueldo y aún lo conservo”
MARÍA LUISA PINEDA |

María Luisa Pineda es una enamorada de las letras de Raphael desde hace muchos años. Ahora, que ya ronda casi setenta, confiesa que es la primera vez en su vida que lo conoce personalmente. Entre sus manos sostenía un vinilo que, según cuenta, se compró con su primer sueldo, cuando se trasladó desde Navas de San Juan a Madrid en busca de trabajo. De eso hace ya 50 años, pero por fin hoy ha conseguido que Raphael le firme lo que ya es toda una reliquia. Con las manos temblorosas, Pineda se acercó al artista que, amablemente, la acogió entre sus brazos firmándole un disco que, a buen seguro, esta seguidora guardará, junto al recuerdo, en lo más profundo de su corazón para el resto de su vida.