Ramón Garrido presenta Mira de nuevo en Úbeda

Ramón Garrido Martínez, escultor contemporáneo del siglo XX y XXI y arquitecto, presentó, en el Aula Magna del Centro Educativo Sagrada Familia (SAFA), su último trabajo titulado Mira de nuevo. El autor explicó que este proyecto es el cuarto dentro de su trayectoria artística, cuyo objetivo es que el arte salga al encuentro del hombre. Es una obra existencial en la que trata de describir el sufrimiento del ser humano, ya que, según él: “La alegría de vivir se pierde entre el consumismo y materialismo”.

En esta ocasión, la obra sale de galerías, museos y exposiciones para encontrarse con el público. Concretamente, en este libro, el que el arte sale al encuentro de la comunidad educativa de SAFA. Así se obtuvo un proyecto interdisciplinar en el que participó todo el alumnado con independencia de edad y su nivel de estudios. “Cada profesor, de forma libre, planteó una actividad a sus alumnos teniendo, como punto común, la obra de arte del monecillo y dos más, una realizada por José María Hurtado y yo”, explicó contento Garrido.

La obra estuvo expuesta en el patio central durante el curso académico 2014/2015, cuya finalidad no fue otra que compartir el resultado obtenido con los ubetenses. Por ello, se hizo una exposición en el centro y, por último, se editó para enviar el trabajo a las bibliotecas de todos los centros SAFA. Además, todo aquel que quiera verlo puede descargarlo gratuitamente en la página www.garridomartinez.com/miradenuevo.pdt. De esta forma, el artista aprovecha las nuevas tecnologías para acercar a todo el mundo los desarrollos y pensamientos que obtiene en todas y cada una de las obras de arte.

Su obra, realizada a base de recuperaciones de materiales de desecho, se asienta dentro del conceptualismo existencialista y objetual más ortodoxo. El objeto y la materia es salvada de la muerte, reivindicando la trascendencia en todo lo que existe. Así, esta obra roza la poesía, porque los símbolos no están en el rellano de la razón, sino en el pozo oscuro de los sentimientos.

Por ello, toda glosa que se enzarce con la vida puede ser aplicable a estas metáforas plásticas que Garrido presenta, cada vez, con más hondo significado.

Entre el todo y la nada o la sencilla materia y elevado sueño, en consecuencia, configura espacios donde las cosas habitan en su propia mismidad que los afirma y los presentan y se muestran sosegados y diferentes.

El artista no pretende conquistar por la belleza formal de sus instalaciones, ni por la dificultad técnica de sus montajes. Su novedad, en medio de tantas extravagancias y provocaciones, es el rescate de lo aparentemente insulso, de lo inadvertido, de lo simple, creando en sus montajes ese “hilo conductor” que justifica su existencia. De esta manera, todos podrán disfrutar de un concepto único, innovador y transgresor desde múltiples plataformas.