Protesta de Rufián porque con “sus impuestos” paga el comedor de sus primos de Jaén

03 ene 2018 / 17:36 H.

Las redes sociales no olvidan y la han vuelto a meter en un lío al independentista catalán, de sangre jiennense, Gabriel Rufián. De nuevo, se han vuelto a viralizar un vídeo en el que uno de los líderes de ERC se queja de “pagar con sus impuestos” las becas de comedor de sus primos de Jaén. Las críticas por sus comentarios despectivos no se han hecho esperar e incluso jiennenses como la líder de Ciudadanos, Raquel Morales, ha emitido sus críticas: “Perdone pero a los jiennenses no nos paga usted nada. Trabajamos y cotizamos como cualquiera para tener servicios y solicitar las ayudas que nos correspondan. Sin embargo, su sueldo sí se lo pagamos entre todos los españoles. Incluidos los de Jaén”, argumentó Raquel Morales.

PASADO JIENNENSE

Es uno de los políticos más conocidos del referéndum catalán. Sus intervenciones en el Congreso de los Diputados suelen estar cargadas de polémica. Se trata del joven diputado de Esquerra Republicana de Cataluña, Gabriel Rufián. La voz del independentismo catalán tiene raíces jiennenses como ha aclamado en su numerosas intervenciones: “Soy hijo y nieto de andaluces que llegaron a Cataluña hace 55 años desde Jaén y Granada, soy lo que llaman un charnego y soy independentista. He aquí su derrota y he aquí nuestra victoria”. Rufián tiene orígenes jiennenses. Sus abuelos paternos eran de La Bobadilla. Se llamaban Juan Rufián Cano y María Pérez Salazar. En esta entidad local autónoma de Alcaudete, el joven diputado pasó sus meses de verano de la adolescencia, cuyos vecinos conocen y relatan el lado más desconocido de Rufián.

Cuando Gabriel Rufián veraneaba en La Bobadilla “era un chico normal”, recuerdan los habitantes de esta ELA de apenas un millar de habitantes, que durante los meses estivales se convierte en el regreso de decenas de familias que en su día emigraron hacia Barcelona y Madrid. A lo largo del resto del año, como en esta cálida tarde de septiembre, yace la tranquilidad entre sus calles. Los vecinos aprovechan en la acera los últimos rayos de sol de la jornada. Otros juegan a las partidas del dominó en el hogar del jubilado y recuerdan, al preguntarle, los veranos de Gabriel Rufián en el pueblo. Hacía cosas propias de su mocedad. Salía con los amigos del pueblo y se quedaba hasta altas horas de la noche en la zona de La Fuente, a las afueras de la entidad. Un vecino de La Bobadilla que tenía amistad con el hoy diputado de ERC asegura que nunca hablaba de política. “Éramos jóvenes y las conversaciones no giraban sobre estos asuntos. Seguro que tendría sus ideas, pero en aquella época nos interesábamos más por las salidas, que por esos asuntos”, dice. El actual alcalde socialista de La Bobadilla, Manuel Latorre, era un chaval cuando el joven veraneaba en el pueblo. Ambos pertenecían al mismo grupo de amigos. De aquellos agostos hace unos quince años. Cada mes de agosto, Gabriel Rufián como otros tantos jóvenes de padres emigrantes, retornaba, con frecuencia a sus orígenes por vacaciones. Tres lustros después, los vecinos mientras toman el fresco en la plaza de La Bobadilla aún lo recuerdan. Con reticencia prefieren no opinar acerca de la familia Gabriel Rufián, a la que califican de trabajadora y “buena gente”. “A su abuela se la conocía como María la de Los Borregueros y a su abuelo lo apodaban Juan el de la Frasca”, asegura un bobadillero, que relata que tuvieron cuatro hijos y a principios de la década de los sesenta decidieron emigrar a Cataluña en busca de trabajo. “Vivían en un cortijo detrás del cementerio. Huyeron del hambre y llegaron hasta Santa Coloma de Gramanet. Allí el abuelo encontró trabajo en la construcción”, explica. En Cataluña crecieron sus cuatro hijos Purificación, Juan, Rafael y Antonio. Este último es el padre del actual diputado de ERC, que quiere llevar a Cataluña a la independencia. “Formo parte de esa generación que se ha criado con los abuelos porque mis padres trabajaban muchísimo. Mis abuelos paternos son de La Bobadilla, de Alcaudete. Ahí tengo mis orígenes y recuerdo muchos veranos allí. Pero no soy el único. Me crié en Santa Coloma de Gramanet, que está lleno de jiennenses”, relató el propio Gabriel Rufián, durante uno de sus discursos.

A la voz del independentismo catalán republicano todavía le quedan muchos vínculos por tierras jiennenses. Cuenta con una amplia familia que se reparte por algunos municipios de la Sierra Sur. “Tengo contacto habitual con ellos. Me queda allí mucha gente”, aseguró el propio Rufián. En La Bobadilla, donde gobierna el Partido Socialista, aún quedan apellidos Rufián, algunos de los cuales son familiares del dirigente de Esquerra Republicana. Es aquí en el pueblo que vio nacer a sus abuelos, donde Gabriel Rufián se ha convertido estos días en la comidilla de las conversaciones. Hoy, en este día clave, aún nadie se explica cómo este joven de abuelos jiennenses, quiere independizarse de la tierra en la que nacieron sus antepasados.