Poco más de 1.600 euros para identificar más víctimas en Valdenoceda

Trece jiennenses murieron en la prisión burgalesa

01 mar 2018 / 13:39 H.

Su nombre quedó unido para siempre a uno de los episodios más terribles de la historio reciente de España. En la cárcel del Valdenoceda, pequeño pueblo de Burgos, murieron 154 represaliados. Entre ellos, hubo trece jiennenses. Sus restos fueron enterrados en fosas comunes junto al cementerio municipal y cerca de medio centenar, siete décadas después, todavía siguen allí. Pero, además, tras la lucha desde hace más de una década de sus familiares, que consiguieron exhumar hasta 114 cuerpos en 2007, todavía quedan por identificar más de cuarenta víctimas. Solo 64 familias pueden ya descansar y llorar sus restos. De ellas, ocho jiennenses. Otras cinco, todavía esperan.

Pero, desde hace dos años, los trabajos de identificación a través de los análisis de ADN están paralizados por la falta de fondos. Ahora, la Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda hace un llamamiento a socios, amigos y familiares para conseguir 1.670 euros, que les permitan dar un paso definitivo en el proceso de identificaciones de restos en la exhumación. Como explica su presidente, José María González, el equipo de antropólogos ha hecho una estimación de los trabajos que restan por su parte, centrados fundamentalmente en la obtención de ADN de tres tipos diferentes. Con uno de ellos, con un coste menor, podrían conseguir más análisis, tal y como resume el responsable del colectivo. Se trataría del “Y-STR” y podrían obtener 42 muestras. “Esto significa que es la estrategia con mayor probabilidad de éxito y, si se consiguieran identificaciones, disminuiría el número de pruebas subsiguientes de STR y mtDNA, disminuyendo significativamente los costes”, apunta.

Y es que cada céntimo es importante. De hecho, como recuerda, cuando se paralizaron los trabajos en 2016, se convirtieron en asociación y gracias a las cuotas anuales y aportaciones anónimas han conseguido reunir un saldo suficiente para cancelar la deuda contraída con el laboratorio y poder reiniciar las tareas de obtención de ADN. Solo les faltan esos 1.670 euros.

De los jiennenses que quedan por identificar, según sus registros, son Toribio Navio Vera, de Villarrodrigo; Anselmo Pascual Cano, de La Puerta de Segura; Francisco Quesada Prieto, de Úbeda, y Miguel Peña Ortiz, de Cazorla. Junto a estos cuatro jiennenses, cuyas familias ya han sido localizadas, el colectivo también hace un llamamiento para encontrar a los allegados de Manuel Martínez Pulido, de Cazorla, y murió en 1942.

en datos

de 1938 a 1945 . El pequeño municipio burgalés de Valdenoceda albergó durante más de seis años, entre 1938 y 1945, una de las prisiones de castigo más duras de la época de posguerra. Más de tres mil presos republicanos malvivieron en condiciones infrahumanas en una antigua fábrica de sedas que el régimen franquista transformó en una de las cárceles más cruentas de toda España.

Desde 2005. Por ese penal pasaron 5.834 personas que soportaron una vida marcada por el frío, el hambre y los castigos físicos. Muchos no pudieron aguantar y murieron. Hay constancia documental del fallecimiento de 154 presos, de los que 13 eran naturales de la provincia de Jaén. Los fallecidos eran enterrados en una fosa común. Desde el año 2005, la Asociación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda trabaja para poner nombre a esos restos.