Pintadas en Jaén: Paredes llenas de incivismo

04 ago 2016 / 13:45 H.

No es raro pasear por las calles de Jaén y encontrarse rodeado de rallajos y monigotes. Para muestra un botón. En un recorrido de apenas un kilómetro, es difícil toparse con una pared completamente blanca, sin atisbo de spray o rotulador. Ya sea por reivindicaciones, bautismos, “primeros pinitos”, símbología o, simplemente, por dejar la rúbrica bien marcada, el incivismo se apodera de la capital y afea la ciudad mires a donde mires.

No se libran cocheras, ni establecimientos comerciales, ni bancos, ni locales en alquiler. Cualquier superficie vertical vale para practicar el “arte” del graffiti. Eso sí, con tan poco acierto que, lejos de dejar una huella llena de belleza, lo que se consigue es destruir, poco a poco, el patrimonio jiennense.