Pedro Beda le
da una segunda
vida al Real Jaén

El equipo jiennense rescata un empate con el Socuéllamos en un partido en el que ofrece dos caras

21 may 2018 / 12:07 H.

Defender la propia portería, tratar de no recibir goles, dicho en lenguaje convencional, era la más básica estrategia del Real Jaén para el partido ante el Socuéllamos. Lo había indicado su entrenador, señalando que, aunque a todo el mundo le gusta jugar en casa por el placer familiar que conlleva y las ventajas que pueda reportar, las estadísticas vienen mostrando que, en estos momentos futbolísticos, los resultados que se están produciendo, incluso en clubes de alto nivel, no están apegados al hecho de jugar en casa o a domicilio. Vaya, pues, como primer objetivo de la eliminatoria, mantener a cero su defensa. Ello, por supuesto, no significaba renunciar a hacer gol, incluso a tratar de hacer un buen juego y demás perfiles, pero lo primero es lo primero y a lo que hay que atender antes que a todo. ¡Faltaría más!

Pero el demonio, ya se sabe, como decían los goliardos, siempre está al acecho para trastocar las decisiones de los humanos cuando éstos se distraen. Y así en cuanto pudo, es decir, en la primera ocasión, desmontó el castillo y el plan de batalla. Ya había avisado el Socuéllamos en la primera jugada, pero a los cinco minutos, se desconoce si en un pacto con algún demonio más travieso, había roto el libro y manual de instrucciones de los b lancos. Un gol, que lanzó al puro frío del invierno a todo el estadio jiennense.

No se hundió en la angustia el equipo blanco sino que pareciendo conocer la teoría de Norman F. Dixon que asegura que un hecho imprevisto contiene más información que uno esperado, despertó del primer sueño y se entregó al buen juego. Y, de esta manera, desarrolló los minutos más deliciosos de la belleza del partido. Y hasta tuvo sus cuatro o cinco oportunidades de las de ¡uy! Pero, según se acercaba el final de la primera parte, una cierta vacuidad se fue apoderando del ambiente, quizá a la espera tras el descanso.

Pero, ¡oh decepción!, las cosas no se arreglaron como más de uno había deseado y soñado y todo este tiempo se deselvolvió con cicatería, un fútbol más organizado y matizado por los visitantes y el temor de que todo quedara así, que el resultado vigente fuera como una montaña imposible de superar. Mas mira por donde que Camilo José Cela, en unos cuentos de fútbol, dice que no hay asno que no sea capaz de subir a la montaña más alta cargado de oro. Y su llegada a la cima provocó sin duda la explosión del gol jiennense que compensaba el pasado, alentaba el presente y abría el futuro. Para los visitantes todo fue de pronto el crujir de dientes, después de haber tenido a la mano un triunfo que les abría inmejorables expectativas pero para las gargantas de casa, explotó como un grito de totalidad, de plena totalidad.

Cuenta Alfonso, llamado el sabio, que hubo un rey en La India que preguntó a tres sabios qué es lo más definitivo para la vida, si el seso o la ventura y les pidió que cada uno le trajera un juego acomodado a cada instrumento. El que defendía que lo decisivo es el seso, le trajo el ajedrez; el que se inclinaba por la ventura, los dados; y el tercero, que defendía como lo mejor la mezcla del seso y ventura, la inteligencia y la fortuna... el fútbol. Naturalmente la historia no es así porque en esos siglos no era posible, pero ¿verdad que hubiera sido una respuesta muy inteligente, muy pegada antes que nada a la realidad?

Porque ¿ahora qué?, ¿ahora qué cabe esperar del partido del próximo domingo, después del gol de Pedro Beda cuando ya más de uno tenía dibujadas las líneas a seguir en la próxima ocasión. ¿Qué armas habrá de ponerse sobre la mesa para triunfar en la eliminatoria, el seso o la ventira, el entendimiento o la fortuna? E inciensos a los dioses. Por supuesto.

Ramón, Pico y Migue Montes, las novedades

Andrés García Tébar, entrenador del Real Jaén, introdujo tres cambios en el equipo titular para afrontar el compromiso con el Socuéllamos. De esta forma entraro el defensa Ramón Ruiz, el centrocampista Pico y el delantero Migue Montes. Los tres tomaron el relevo de Ismael Heredia, Víctor Armero y Mario Martos.

Técnicos y jugadores en las gradas

Entrenadores y jugadores acudieron el partido en el Estadio de La Victoria. Juan Arsenal, flamante preparador del Linares, estuvo junto con su director deportivo, Miguel Linares. En las gradas estuvieron Nando y David Ordóñez, exfutbolistas del Real Jaén que ahora militan en el Atlético Mancha Real.