Linaqua “cierra el grifo” a 200 familias con enganches ilegales

Los afectados se concentran en la Estación de Madrid para reclamar soluciones

15 jun 2018 / 12:52 H.

Abrir el grifo y que no caiga ni una gota de agua. Así viven un total de 200 familias en el barrio de Arrayanes. Linaqua decidió cerrar el suministro de unos “enganches ilegales” de los vecinos, algo que no dudan en reconocer y que, tal y como dicen desde la Plataforma Vivienda Digna Arrayanes, es una consecuencia de los factores socioeconómicos que afectan a la comunidad en la zona.

La “indignada” marea de vecinos se trasladó a las puertas del antiguo edificio de la Estación de Madrid y, aprovechando la celebración del pleno ordinario, no dudaron en pedir soluciones “a gritos” y, de forma directa, en la calle. De este modo, la “delicada” tesitura por la que atraviesan los residentes les llevó a constituirse como plataforma, para lo que adoptaron algunos acuerdos.

Así, se comprometen a mantener las viviendas en perfecto estado de revista, tanto en lo que se refiere a las condiciones higiénicas como las de habitabilidad. Además, muestran la disposición de “pagar los recibos de agua”, pero teniendo en cuenta su “situación económica y familiar”.

En esta línea, algunos de los vecinos confesaron a este periódico que su intención no es recibir agua gratis y que realizaron los enganches de manera ilegal porque las viviendas no tienen contador y no lo instalan, por lo que “no quedó más remedio” que conseguir el agua a través de este método tan poco ortodoxo. De hecho, algunos dicen que tienen hijos, de ahí que la necesidad de este bien sea “más urgente”.

Así, tras un largo rato gritando a las puertas de la Estación de Madrid, “arañaron” un encuentro con Juan Fernández, alcalde de la ciudad, para analizar posibles soluciones que resuelvan el problema y se dote de agua, así, las viviendas de las 200 familias que están sin ella.

El dirigente municipal, por su parte, invitó a la participación en la cita a todos los partidos. Así, el tema ya está en manos de la política local, por lo que los vecinos esperan una pronta solución. No obstante, una serie de afectados afirman a Diario JAÉN que ven “desproporcionadas” las medidas de seguridad que se adoptaron cuando los cortes de agua se hicieron efectivos. Así, aseguran que son personas, no “terroristas”, y quieren ser tratadas como tal. También coincide en este asunto la plataforma ciudadana. “Operarios de Linaqua, acompañados por furgones policiales, cortaron el suministro de agua, creando una situación donde la incertidumbre y el desasosiego fueron protagonistas”, relatan en un comunicado, en el que también dan su brazo a torcer y piden formar una mesa de negociación donde estén miembros de Linaqua, de la propia plataforma y del área municipal de Bienestar Social. Además, instan a la Administración local a ejercer de mediadora entre el colectivo social y la empresa, ya que, según dicen, el corte de agua es consecuencia de las “irregularidades habitacionales y de empadronamiento” en la que se encuentran la mayor parte de las familias de esta barriada linarense.

En definitiva, un problema al que buscaron solución a las puertas del pleno, y que, por el momento, se aplacó por la disposición de Juan Fernández a mantener una reunión con afectados por los cortes de agua.

Vocerío en la calle, pero “espectáculo” en el pleno

Las puertas de la Estación de Madrid se llenaron de gritos para pedir soluciones a los cortes de agua. Sin embargo, el verdadero “espectáculo” se vio de puertas para adentro, donde los concejales de la bancada socialista no hicieron más que mostrar, de nuevo, sus desavenencias entre sí. El primer asalto lo protagonizaron el propio alcalde, Juan Fernández, y Pilar Parra, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento. Ambos se vieron envueltos en un duro debate sobre la campaña que todos los años se hace en el Campus. Por un lado, el dirigente municipal aseguró que ya estaba en marcha y, por otro, Parra incidió en que había más de 20.000 euros en la Concejalía de Fomento que no se gastaban para ese fin. Todo terminó con una serie de acusaciones de todo tipo. El alcalde señaló a la que también es vicepresidenta primera de la Diputación Provincial de Jaén como responsable de que Linares reciba 5 millones de euros menos de los Fondos Europeos para el Desarrollo Urbano Sostenible (DUSI). Ambos se acusaron de mentirosos, pero Parra, por su parte, le dirigió la siguiente frase: “En el bar no se trabaja”.

“Áspero” debate con luz verde a las propuestas

El convulso pleno, a pesar del duro debate, terminó con balance positivo, ya que se aprobaron todas y cada una de las mociones de los partidos políticos. En este sentido, medidas como la puesta en valor y rehabilitación de las instalaciones del antiguo Mercado de La Paz, la adecuación de El Piélago o la campaña de fomento del Campus consiguieron el apoyo de la Corporación Municipal. En este sentido, todos los ediles se pusieron más o menos de acuerdo pese a las diferencias que salieron a la luz pública durante la sesión, sobre todo, en uno de los asuntos que enfrentaron al concejal de Salud y Consumo, Rafael Sampedro, con Joaquín Robles, primer teniente de alcalde y persona de confianza del alcalde, Juan Fernández. Sampedro hizo caso omiso del turno de palabra, por lo que el propio dirigente lo llamó al orden. Por su parte, Robles le acusó de “falta de trabajo” y mostró ante el resto de portavoces municipales un mensaje privado que Sampedro le envió en el que le pedía ayuda para postularse contra la moción popular de la rehabilitación del mercado. Todo un espectáculo en el salón.