Le piden 18 meses de cárcel por golpear y matar a su perro

La Fiscalía aplica por primera vez la agravante de ensañamiento

31 dic 2017 / 11:33 H.

Fernando L. C., un vecino de Linares de 55 años, fue detenido por la Policía Nacional en la madrugada del 8 de mayo de 2017. Presuntamente, estuvo pegando a su perro “Blade” —un cachorro de tan solo 11 meses— durante toda la tarde y, finalmente, lo arrojó por el balcón. El can falleció en el acto como consecuencia del impacto. Ahora, la Fiscalía acaba de presentar cargos contra este jubilado: le piden 18 meses de prisión y cuatro años sin poder tener animales. Se trata de una de las peticiones de condena más altas de cuantas se han formulado en la provincia. ¿Por qué? Para el Ministerio Público se trata de un acto especialmente grave y cometido con una crueldad extrema. Por ello, y por primera vez en Jaén, se solicita al juez que tenga en cuenta la circunstancia agravante de ensañamiento: “Lo estuvo golpeando fuertemente durante varias horas, provocando con ellos un intenso y largo sufrimiento al perro”, explica la fiscal Sara González Verdejo en su escrito de acusación.

El caso se descubrió gracias al testimonio de varios vecinos del procesado. Fueron ellos los que avisaron a la Policía Nacional cuando vieron cómo Fernando L. C. lanzaba un perro desde el balcón de su casa y que, posteriormente, apagaba la luz. Cuando los agentes se personaron en el lugar, relataron que habían escuchado numerosos aullidos y ladridos durante toda la tarde antes de que el animal fuera arrojado al vacío.

Para el fiscal estos testimonios son fundamentales para sostener los cargos contra este jubilado linarense como presunto autor de un delito de maltrato animal, con la agravante de ensañamiento. Una situación de la que no se recuerdan precedentes en la provincia. El Ministerio Público considera que el procesado causó un sufrimiento innecesario al animal antes de darle la muerte.

Durante la instrucción de la causa, Fernando L. C. declaró que lo que le ocurrió a su perro fue “un accidente”. Explicó que estaba dormido y que el can lo despertó ladrando. Por ello, lo cogió para llevarlo a otra habitación de la casa y, cuando lo tenía en brazos, el animal se revolvió y le arañó el brazo. Eso provocó que el acusado hiciera “un acto reflejo” y que “Blade” cayera de forma fortuita por el balcón. Con respecto a si lo estuvo maltratando toda la tarde, el acusado reconoció que le dio “dos o tres azotados” para que dejara de ladrar, pero que, en ningún momento, lo golpeó con sillas u otro tipo de muebles. Es más, dijo que cuando vio que su perro había muerto, se metió dentro de su domicilio y comenzó a llorar porque no quería verlo.

El caso de la muerte de “Blade” causó un enorme revuelo nacional. De hecho, en la causa está personada una asociación animalista como acusación particular. Fernando L. C. siempre ha defendido su inocencia. El juicio está listo para celebrarse en un Juzgado de lo Penal.