La suciedad toma los Baños del Naranjo, que espera inversiones

El proyecto está entre los beneficiarios del 1,5% cultural del Ministerio de Fomento

18 may 2019 / 11:15 H.

Hay muchas litronas de cerveza vacías, portavelas de plástico y otros objetos abandonados junto a una ventana enrejada. Si se mira más allá, un bosque de maleza y, en general, mucho abandono. Es el aspecto que presentan los Baños del Naranjo. “Se sabe desde hace tiempo y los vecinos nos hemos quejado”, explica el presidente de la asociación de vecinos Torre del Concejo, Francisco Jesús Castro Liébanas, que recuerda que este caso no es el único en el barrio de San Juan. “Había hasta un gallo suelto antes, se ve que ya no está, pero la suciedad sí que se mantiene”, argumenta. A mediados de marzo, el Gobierno hizo pública la resolución favorable para la rehabilitación de este monumento, cuya parte más antigua data del siglo XI, en un proyecto que también prevé intervenir en el Raudal de La Magdalena. La inversión contemplada ronda los 400.000 euros, de los que el Ayuntamiento pone una cuarta parte.

El Gobierno local, cuando se enteró de la resolución positiva, lo calificó como una fantástica noticia. No es para menos, ya que se puede salvar un bien patrimonial que, como otros muchos de la capital, languidece. La idea municipal, como explicó la concejal de Turismo Rosario Morales de Coca, se centra en acometer la restauración y conservación preventiva de la Fuente de la Magdalena y las antiguas Carnicería, donde se integran los Baños Árabes del Naranjo. De esta forma se acerca la posibilidad de darle un uso a este recurso, al convertirlo en una nueva razón para visitar la ciudad, confía la edil. El alcalde, Javier Márquez, a principios del año pasado, ya desveló las intenciones del Ayuntamiento jiennense sobre este antiguo “hamman”, el nombre árabe de los baños, que salió a la luz durante unas obras de restauración acometidas por Luis Berges en 1986; el plan es terminar unos trabajos que se quedaron a medias. Y es que, el proyecto para evitar el derrumbe de los Baños del Naranjo, se terminó hace ya más de un lustro, en enero de 2013. Y es que se acometió un proyecto de empleo para jóvenes de la Administración General del Estado, financiado con fondos de la Unión Europea y municipales. El dinero sirvió para limpiar y reparar la estructura del inmueble, de titularidad municipal que, en aquel momento, se reconoció que estaba muy deteriorado. Participaron 15 alumnos del Imefe en esta actividad, en un curso que comenzó en junio. El Gobierno local entonces, presidido por José Enrique Fernández de Moya, y en el que Márquez era el concejal de Urbanismo, competencia que aún mantiene, planteó el edificio como futura sede del Centro de Interpretación de la Judería. Su ubicación, en la calle Los Caños, es decir en el antiguo barrio hebreo, da sentido al fin planteado en su momento, con la idea de favorecer la recuperación de esta parte del casco histórico, sobre el que se cierne la ruina. De hecho, los restos arqueológicos del solar de la calle San Andrés, el famoso APA III, muy próximo a los baños, está ya incluido en la Lista Roja de Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra.

La entidad, que se dedica a la conservación del patrimonio nacional, señala que el proyecto de construcción del instituto, muy demandado y que proyecta la Junta en esta zona, no integra los vestigios históricos y que, llegado el caso, edificar el centro puede acabar con ellos.