La Santa Cena regresa a la parroquia de Santa María

Al son del himno de España, la imagen titular de la Hermandad de la Santa Cena ascendió por la calle Campanario hasta llegar a la basílica de Santa María, templo que alberga normalmente la talla. Las obras de restauración de la parroquia, que concluirán, según se estima, a finales de este mes, motivó la necesidad de buscar refugio para la imagen de la Santa Cena. “Había que elegir entre las iglesias de San Agustín o Santa Bárbara”, afirma Salvador Yebra, hermano mayor de la cofradía. Finalmente, se decidieron por la primera opción tanto por cuestiones de ubicación como por el dintel del templo de San Agustín. “También había menos problemas y trastornos”, añade el cofrade.

La imagen de Nuestra Señora de la Paz, que acompaña cada Domingo de Ramos el paso de la Santa Cena, permaneció en la parroquia de Santa María, concretamente, como expresa el hermano mayor, en la capilla de los Yanguas. “La Virgen de la Paz ha estado ahí hasta que se ha terminado la restauración de nuestra capilla”, afirma Yebra en relación con el lugar en el que igualmente se encuentra la conocida talla del Ecce Homo donada, décadas atrás, por la familia Yanguas.

ARREGLOS. Las obras para la restauración de la iglesia, un monumento histórico que goza de la distinción de Bien de Interés Cultural, se licitaron el pasado mes de abril y contaron con una financiación de 816.000 euros, dinero que la Junta de Andalucía aportó en su totalidad. Centenares de fieles acompañaron a Nuestro Padre Jesús de la Santa Cena a su salida de la parroquia de San Agustín y en el posterior desfile procesional por las calles más céntricas de la ciudad de las Minas. Finalmente, la venerada imagen llegó al templo de Santa María, al que entró con la melodía de la banda de cabecera de la cofradía. “Nos ha acompañado representación de las demás hermandades de la ciudad”, dice Yebra sobre una cita que supuso un adelanto de lo que se vivirá el próximo Domingo de Ramos.