La rebusca de los cien kilos

Cientos de jiennenses se echan al campo para hallar unos jornales

01 mar 2016 / 10:55 H.

La rebusca tiene un número. Es el cien. Estará en la cabeza de cientos de jiennenses que hoy se echan al campo para intentar encontrar la aceituna que, hasta ahora, nadie ha querido. Es el fruto que, después de la campaña de recolección —que hoy ya se da por finiquitada—, todavía está en el campo. Comienza la campaña de la rebusca. Hoy arrancan muchos, pero, conforme pasen los días, serán menos hasta que no haya ninguno. Conforme vean que no logran llegar al cien, sus ánimos decaerán y empezarán a quedarse en su casa.

Esta campaña estará marcada por el cien, que son los kilos de aceituna que hay que llevar a la almazara para que, al menos, luzca el día. El aceite lampante se paga a 2,88 euros por kilo en las operaciones a granel que se hacen en las fábricas, lo que hace que interese rebuscar. Se trata de uno de los precios más elevados de los últimos años. De hecho, se dan 5 céntimos más por kilo que el año pasado. Las fábricas pagarán entre 50 y 60 céntimos —con el IVA ya incluido—. Por eso, si se consiguen 100, se logra el jornal. En una fábrica que pague 50 céntimos a los rebuscadores —por ejemplo—, conseguir solo 50 kilos hará que muchos dejen muy pronto de rebuscar, ya que la jornada en el campo solo traerá 25 euros, a lo que habrá que quitarle los gastos de gasoil que implica desplazarse hasta la finca y llevar el fruto a la almazara. De ahí que los rebuscadores piensen en 100 kilos. Si se quedan un poco cortos, intentarán, al día siguiente, madrugar más o encomendarse a la fortuna. Si se pasan, habrá sido un día redondo.

Las fábricas. “Todavía no sabemos cómo será esta campaña. Estamos esperanzados en que sea fructífera. Todas las almazaras industriales están abiertas. En realidad, no cerramos hasta que nos dejan de traer fruto”, afirma el presidente de la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), Manuel Alfonso Torres. Asimismo, continúa: “La rebusca es una tradición y los agricultores dejan que se entre en las fincas. Lo que no se puede mezclar es con la recolección. En cambio, no debe existir problema alguno porque la campaña aceitunera ya ha terminado”. Por otro lado, Antonio Calatrava es el propietario de la almazara Cruz de Esteban: “Pagaremos el kilo de aceituna a 60 céntimos. Creemos que, durante los primeros días, sí que nos entrará bastante aceituna. En Mancha Real, prácticamente todo el mundo ya ha terminado de recoger. Mi fábrica estará abierta para dar servicio a los rebuscadores y, a la par, cumplir con su función, que es la de molturar aceituna mientras que haya en el campo y sea rentable”.

Los olivareros firman los permisos que autorizan a entrar en las fincas. Sin embargo, todos dan por hecho que se busca en el suelo. “Palos al olivo, ni uno”, se les suele decir antes de firmarles el contrato, ya que ahora los árboles están retallando, algo que es clave para la próxima campaña. “Hace unos días, le firmé un permiso a un chaval que me lo pidió. Es en una parcela que está cerca de Jaén y que recogí muy pronto para hacer el aceite Supremo de la Cooperativa San Juan. Le hemos dado otra vuelta, pero algo tiene. Si lo puede aprovechar, me parece bien”, dice el olivarero Ángel Carrascosa.

Los rebuscadores sin autorización y plano pueden acabar en el cuartelillo

Rebuscar no es coger un fardo, unos rastrillos y sopladoras e ir en busca de donde se cree que existe aceituna. Los hombres y las mujeres que partan con este planteamiento tienen bastantes posibilidades de acabar en el cuartelillo después de ser detectados por una patrulla de la Guardia Civil. Existen muchos olivareros que están bastante suspicaces y sensibles con las personas que andan por el campo. Además, tienen motivos porque, a falta de las cifras oficiales, la sensación generalizada es que se ha robado mucha aceituna durante esta campaña. Por eso, hay algunos a los que no les hace ni “chispa” de gracia que se camine por su finca.

En este sentido, la Subdelegación del Gobierno de España fue rotunda a la hora de marcar los requisitos para la rebusca que, en realidad, son los mismos de todos los años. Hasta hoy, no se puede rebuscar. No obstante, ya sí, pero hace falta contar con una autorización del propietario del olivar, en el que se diga con claridad que se autoriza a rebuscar aceituna en su campo. Además, tiene que estar acompañada de un mapa —Sig Pac— que establezca la parcela en la que se permite. La aceituna que llegue a la almazara tiene que contar con la Guía Conduce.