La pava, ausente y presente

Una multitud acompaña la jornada principal de los actos en honor del patrón, San Blas

04 feb 2019 / 18:06 H.

La plaza que separa la iglesia de Santa María Magdalena del Ayuntamiento contenía a más de un millar de personas, una cantidad de gente superior a la población, de unos ochocientos habitantes, empadronada en Cazalilla. Las fiestas patronales en honor de San Blas son así de concurridas. Aunque la pava, otrora elemento fundamental de la celebración, no se lanzó, el animal estuvo muy presente. Balcones lucían colgaduras con la figura de la gallinácea y lemas como: “Cazalilla con su tradición”. Al término de la procesión, el gentío, llegado en buena parte de municipios colindantes, esperó, durante un buen rato, a que apareciera el ave, aunque fuera en forma de simulacro —algo que ya ocurrió alguna vez—. Incluso, entonó, de manera espontánea, una singular versión de uno de los grandes éxitos de Manolo Escobar, con el estribillo “Que viva la pava”. Por otro lado, un contundente despliegue de la Guardia Civil se dejó ver durante la tarde, con presencia de agentes que llegaba prácticamente hasta el casco urbano de Mengíbar y que era notable en las entradas de Cazalilla, en la plaza, e incluso en el interior del templo, para controlar la entrada al campanario de la iglesia cazalillera.

La procesión, acto principal de las fiestas patronales, fue una exhibición de religiosidad popular. El cortejo incluyó a varios sacerdotes, entre ellos el párroco, Miguel Ángel Solas; el alcalde, Manuel Jesús Raya; un responsable policial y representantes cofrades, entre ellos el hermano mayor de este año, Luis Pablo Gallego, y numerosos devotos. El acompañamiento musical corrió a cargo de la banda Ortega y Cortés, procedente del municipio de Lahiguera. A lo largo de más de una hora, la comitiva discurrió entre vivas a San Blas y manifestaciones de cariño como el lanzamiento de pétalos. En la línea de la petición de la comisión de festejos, numerosas fachadas lucieron engalanadas con banderas e imágenes del patrón.

La programación del día principal se abrió con una diana a cargo de la citada banda. A mediodía hubo una misa en honor del patrón y después se cumplió el ritual de bendición de las tradicionales rosquillas. El grupo Al Compás y Esteban Frías amenizaron la sobremesa en la casa municipal. El canto volvió después de la procesión y luego dio el relevo a la orquesta Son de Caña.

Los contenidos preparados para este año terminan hoy. A partir de las seis de la tarde, actúa el grupo local de baile Little Girls and Kids. A continuación, llega el turno del espectáculo de animación infantil “Divertilandia”.

Tanto Manuel Jesús Raya como Luis Pablo Gallego coinciden en el balance positivo de las celebraciones, en el que el Ayuntamiento y la hermandad se dan la mano. Ambos valoran la afluencia de público de toda la comarca y la emoción de diferentes momentos de las fiestas.

Las celebraciones arrancaron el 25 de enero con la recepción de la cruz en el cementerio y el principio de la novena. Sin embargo, los actos principales empezaron a partir del jueves de la pasada semana. Desde entonces se han sucedido competiciones deportivas, juegos variados, una exposición, actuaciones, La Candelaria y diversos cultos a San Blas.