La “magia” musical de Schubert

Cita musical para la historia en el teatro Cervantes. La representativa sala linarense registró un lleno absoluto de público para disfrutar de la representación de la famosa obra “La Bella Molinera”, del compositor austríaco Franz Schubert, en la versión que protagonizaron el barítono David Gascón y la Orquesta Castvlvm. Un acontecimiento que, enmarcado dentro de la intensa programación del Festival Internacional de Música y Artes Escénicas “Ciudad de Linares” (Fimae’16), supuso un gran atractivo para el espectador. Y es que se trataba del estreno mundial de la versión orquestal para una composición a la que el joven director linarense Alfredo Catalán puso la música sobre el escenario.

Toda la esencia del género “lied”, especialidad musical operística de origen alemán, quedó puesta de manifiesto gracias al magnífico trabajo y el buen hacer del linarense David Gascón, cuya potente voz impregnó de virtuosismo cada rincón del teatro. El barítono estableció así la estrecha relación dialógica entre el molinero, que representa lo humano a través de su papel, y el arroyo, símil de la naturaleza, cuyo rol fue ejercido por la magistral Castvlvm. En definitiva, una sinergia músico vocal para recrear los poemas de Wilhelm Müller y las notas que Schubert creó para darles musicalidad.

“La Bella Molinera” dejó grandes muestras de arte, por ser una historia conmovedora, poetizada, musicalizada, que cosechó un importante éxito de crítica y estuvo aderezada con la versión original germana y un formato de “videoarte”, para llevar hasta el público linarense elementos innovadores y únicos. De hecho, los asistentes al concierto pudieron seguir la trama, en formato audiovisual, gracias a la traducción realizada por Fernando Pérez Cárceles, el traductor de toda la obra de Schubert del alemán al español, quien estuvo presente en una butaca del teatro Cervantes. Sobres sus tablas, el barítono David Gascón ensalzó el mensaje sublime que Schubert compuso merced a la música y la poesía: “Que la muerte está, precisamente, para que apreciemos la vida; que todo fin tiene un comienzo y la vida y la muerte se hacen soportables a través del amor y la esperanza”, según el joven músico.

Así, en “La Bella Molinera” de Gascón y Catalán quedaron plasmadas las palabras vivas, dentro de una historia completa, de un molinero que emprende un viaje de primavera, el cual no recorre solo, sino que cuenta con el acompañamiento instrumental de la orquesta, para hacer de confidente de los anhelos, las dichas y la desdichas del molinero y representar al arroyo como fuente de toda vida. “La obra está llena de color y refleja un mundo que el músico austriaco Franz Schubert —nacido y fallecido en la ciudad de Viena— amaba, la poesía. Por eso, el célebre compositor la utilizó como fuente de inspiración para más de setecientos “lieder” en los que volcaba todos sus anhelos y sentimientos”, detalla David Gascón, profundo enamorado de la música.