La hija del ciclista atropellado en Andújar reclama justicia

26 oct 2017 / 16:58 H.

La hija del ciclista atropellado mortalmente en Andújar (Jaén) en septiembre de 2014 ha reclamado justicia, pero no la cárcel para el conductor ya que, según ha subrayado, eso no le “aportaría nada” y lo que busca la familia es que “se conozca la verdad” y que el caso sirva para concienciar a la sociedad y que no se produzcan más muertes como la de su padre.

Así lo ha indicado Violeta Martínez en la puerta de los juzgados de lo Penal de Jaén capital donde este jueves se ha celebrado la vista en la que J.J.J.G. se ha sentado en el banquillo acusado de un delito de homicidio imprudente por el que el Ministerio Fiscal le reclama dos años de prisión y una indemnización de 185.178 euros.

“Yo no busco que vaya a prisión, no le deseo ningún mal, solo quiero que se conozca la verdad y que se haga justicia”, ha dicho la hija del ciclista fallecido. Ha insistido en que su único objetivo es que “se conozca el caso” y que quede probado que su padre “actuó correctamente y no cometió ninguna infracción”.

Tanto Violeta como su madre están vinculadas a la Asociación Vida al Ciclista de Jaén, un colectivo que lleva tres años trabajando para concienciar a los conductores y a la sociedad en general de que deben respetar y mantener la distancia de seguridad respecto aquellas personas que circulan en una bicicleta.

Por eso, ha hecho un nuevo llamamiento a respetar el derecho de los ciclistas a circular y a poder hacerlo con seguridad si todos, peatones, conductores y ciclistas, “somos respetuosos y aprendemos a convivir” sobre el asfalto.

Por su parte, el acusado ha declarado que el 14 de septiembre circulaba por su carril y se encontró “de improviso” con la bici de José Antonio Martínez Sánchez, de 56 años y vecino de Andújar. “Yo iba por mi carril y se me vino encima”, ha señalado tras intentar esquivar al ciclista con “un volantazo”, pero no pudo ser y José Antonio Martínez salió despedido hasta quedar tendido en el suelo. Nada se pudo hacer por su vida.

El acusado ha negado que circulara rápido y ha situado su velocidad entre 60 y 70 kilómetros por hora y ha subrayado que lleva 40 años pasando por esa carretera y sabe “que no se puede ir a más”. Ha dicho no recordar si frenó o no, aunque el atestado confirmó que no había huellas de frenada.