La ciudad recuerda en sus calles a Bartolomé Herrera

Un sueño que se hace realidad. Es el breve resumen de las emociones transmitidas por la familia después del descubrimiento de la placa que inmortaliza a uno de los más valorados alfareros de la ciudad. La antigua calle Juan de Austria fue punto de concentración de allegados, amigos y conocidos, pues el azulejo que la nombraba desaparecía para dejar paso a un ilustre vecino, que durante una larga etapa de su vida, transitaba el trazado de esta a diario, la que era su calle y barrio.

A petición popular, a través de la página web Change.org, el andujareño José Antonio Cáceres Expósito, solicitó la ayuda ciudadana para conseguir que el hito se materializara. Más de cuatrocientas personas, en concreto 401, firmaron a favor del cambio. En el pleno del 25 de enero la Corporación Municipal lo aprobó por una unanimidad. La nieta del artista, Antonia Herrera Porras, mostró su agradecimiento a Cáceres y quienes hicieron posible la iniciativa, con las expresiones “petición conseguida” y “mil gracias”. Ella fue la portavoz de la familia. Destacó la labor del promotor de la reivindicación, así como a su esposa, quien diseñó el azulejo conmemorativo. “Su nombre pasa a ser parte de la historia de nuestro pueblo”, remarcó Herrera Porras.

Bartolomé Herrera Clemente (1890-1982) fue autodidacta de carácter humilde y bondadoso. Estos son algunos de los calificativos que utilizan sus conocidos para describir al alfarero de azulejos andujareños. Sus obras, llenas de vida, plasman a la Virgen de la Cabeza en multitud de hogares y puntos de la ciudad. Herrera regaló a la población su arte y ahora, una de las calles recuerda su nombre, gracias a la implicación de los habitantes del municipio y de la sensibilidad del conjunto de concejales de la Corporación.