La Aemet predice la primera entrada de una ola de calor

La subida de temperaturas comienza con la llegada de agosto por un frente de aire africano

30 jul 2018 / 09:22 H.

Se acabó. Agosto llega implacable a Jaén y, además, viene acompañado de una conocida para todos los jiennenses: una ola de calor. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronostica que la segunda mitad de esta semana experimentará una subida de temperaturas debido a la entrada de aire cálido procedente del continente africano, lo que supondrá la primera ola de calor de un verano atípico que parece que llega a su fin.

Tras unos meses de junio y julio que se definieron como “frescos” para la fecha, la llegada de agosto lo cambiará todo de forma significativa, pues, justo en sus primeros días del mes, las temperaturas aumentarán inexorables llegando a superar los 40 grados en la zona suroeste de la península. Hasta mañana martes, las temperaturas que se registrarán continuarán relativamente altas para esta época del año. Sin embargo, a partir del miércoles 1 de agosto, debido a condiciones de estabilidad atmosférica en gran parte de España a las que se unirán la fuerte insolación propia del verano y la entrada de un frente cálido de origen africano —que entrará por el sur peninsular y, concretamente, por la mitad occidental—, tendrá lugar un episodio de altas temperaturas que durará, al menos, hasta el domingo 5, según predice la Aemet.

Las zonas de la península que estarán más afectadas por esta primera ola de calor son el centro y el suroeste, donde la duración será de más larga duración. Por su parte, Jaén comenzará agosto con un mapa coloreado de violeta intenso, lo que significa que las temperaturas máximas se moverán entre los 40 y los 42 grados, mientras que en la provincia el margen se amplia hasta los 44 grados. Tan solo el este de la Sierra de Segura se libra de estas cifras y se quedará entre los 30 y 34 grados. Por la noche las temperaturas continuarán siendo “sofocantes”. Rubén del Campo, meteorólogo de la Aemet, explica: “En las temperaturas mínimas se alcanzan tonos amarillos, lo que significa que no se bajará de los 20 grados. A esto lo llamamos ‘noches tropicales’, lo que da complicaciones de sueño porque hace calor durante toda la madrugada”. Este también será el caso para la capital jiennense y algunos puntos localizados de su provincia, donde las temperaturas mínimas irán de 20 a 24 grados el miércoles y el jueves aumentarán hasta un variación de 22 a 26 grados.

La Aemet pronostica que, aunque la incertidumbre acerca de este episodio aún es “elevada”, es posible que, a partir del domingo 5 de agosto y el lunes 6, se iniciará un descenso de temperaturas que comenzará en el noroeste peninsular.

El último año en que la capital se libró de un episodio de calor fue en 2014
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Las variables necesarias para calificar una ola de calor son, según el meteorólogo de la Aemet, Rubén del Campo, la intensidad en las temperaturas (llegando a alcanzar los avisos naranjas o rojos), la extensión por la península y la duración (de al menos tres días). La ola de calor que predice la agencia de meteorología para esta semana cumple con estos tres aspectos.

Estos episodios son ya como una “tradición” durante los veranos en toda la península. De hecho, un estudio de la Aemet de las olas de calor desde 1975, expone que solo hubo once años en los que este fenómeno no dejó su rastro en los termómetros españoles. El último que “se libró” fue el año 2014.

Asimismo, apunta que la ola de calor más importante de las registradas ocurrió durante el verano de 2015. Este episodio fue el más largo registrado hasta la fecha, al menos desde 1975. En total, la duración fue de 26 días (desde 27 de junio al 22 de julio) y el día más cálido fue el 6 de julio, día al que corresponde la temperatura máxima de la ola, que fue de 37,6 grados. El que el número máximo de provincias afectadas fue de 30, entre las que se encontró Jaén, con temperaturas entre 38 y 42 grados el día 6 de julio. Durante estos 26 días del 2015, tan solo el 2 y el 11 de julio los termómetros dieron un pequeño respiro.