Juzgan a un tendero por rifar un coche y no entregar el premio

Solo el agraciado ha presentado cargos por estafa contra el procesado

14 jun 2017 / 12:14 H.

Un comerciante de un municipio cercano a la capital se ha sentado en el banquillo del Penal número 3 por unos hechos, cuanto menos, llamativos. Se le acusa de un delito de estafa por organizar una rifa entre sus clientes y, presuntamente, no hacer entrega del premio, en concreto un coche valorado en unos 6.800 euros. La persona a la que le tocó el vehículo considera que ha sido víctima de una estafa y, por ello, reclama una condena de tres años de cárcel para el tendero. No obstante, la Fiscalía entiende que no hay delito alguno. ¿Por qué? En el juicio, el Ministerio Público sostuvo que las papeletas fueron regaladas y que, por lo tanto, el acusado no ganaba nada con el sorteo en cuestión. La defensa del procesado va mucho más allá a la hora de pedir la libre absolución. Y es que entiende que fue el cliente al que le tocó el coche el que no cumplió con las normas de la rifa, ya que tenía que haber pagado la parte correspondiente a los impuestos y, al parecer, no lo hizo en el plazo establecido. Será la juez Érika Ávila la que tenga que dar respuesta a estas cuestiones en su sentencia.

Los hechos se remontan a los meses previos al 26 de octubre del año 2013. El procesado, que regenta un establecimiento comercial de alimentación y golosinas, decidió regalar un automóvil para recompensar la fidelidad de sus clientes. Para ello, distribuyó miles de papeletas entre todas las personas que realizaron alguna compra en su negocio. En teoría, a más objetos adquiridos, más boletos les daba. “No consta precio concreto por cada uno de los boletos”, explica el Ministerio Público en su escrito de acusación provisional. El vehículo sería para el poseedor de la papeleta cuyos números coincidieran con los del primer premio del sorteo de la Lotería Nacional celebrado el 26 de octubre de 2013.

El número agraciado fue el 36.075. Uno de los clientes del establecimiento tenía el boleto ganador. Sin embargo, a día de hoy, todavía no ha recibido el coche. La defensa del comerciante asegura que incumplió las bases de la rifa. Según explica el abogado del acusado, el agraciado tendría que haber hecho frente al pago del impuesto de matriculación y del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en los siguientes quince días naturales a la celebración del sorteo. “No lo hizo”, remarcó el letrado en el informe que expuso ante la magistrada del Penal 3. La Fiscalía tampoco ha presentado cargos, al entender que no hubo “desplazamiento patrimonial”, es decir, que el comerciante no obtuvo lucro alguno con la organización de la rifa. Por eso, reclama la libre absolución con todos los pronunciamientos favorables y, en todo caso, entiende que el pleito debería resolverse en la jurisdicción civil y no en la penal.

No opina lo mismo el agraciado con el vehículo. Entiende que el tendero sí que ganó dinero, ya que la entrega de papeletas estaba vinculada a la adquisición de más productos. Por ello, considera que los hechos son constitutivos de un delito de estafa, por el que pide tres años de prisión y los 6.800 euros en los que está valorado el coche prometido. El juicio, que quedó visto para sentencia, hace referencia a un caso muy poco común en los tribunales jiennenses.