José López Barneo liga el futuro de la Universidad a la ciencia

El médico tosiriano recibe el nombramiento como Doctor Honoris Causa

13 abr 2018 / 09:09 H.

Estoy muy contento, honrado y satisfecho de que en mi tierra se reconozcan de nuevo mis méritos. En este caso con la máxima distinción académica. El valor de este premio se multiplica al proceder de la Universidad de la tierra que me vio nacer y con la que sigo unido afectiva e intelectualmente”. Así se mostró el médico José López Barneo momentos antes de la celebración del acto solemne de su investidura como Doctor Honoris Causa.

Una solemne cita en la que tomó sus atributos (anillo, guantes blancos y libro de la Ciencia y de la Sabiduría) y realizó el pertinente juramento para sumarse a la nómina de los dieciocho que le preceden. Durante su discurso, López Barneo reconoció que el acto sería impensable hace tan solo 40 años, en un Jaén sin Universidad y socialmente deprimido, tras lo que realizó un recorrido emocional por su infancia en Torredonjimeno y Jaén, y aseguró que el derecho a la educación, la igualdad y el esfuerzo fueron los valores que le sirvieron de guía en la juventud y en su época de formación universitaria: “Tiempo en el que luchamos contra la injusticia social y por la consecución de las libertades básicas de España”. Como profesor universitario, puntualizó, ha combatido contra las diferencias sociales y económicas que vivió tan de cerca en su infancia y la búsqueda de la excelencia, además de trabajar en dos vertientes complementarias: una personal y centrada en la labor docente e investigadora, y otra más institucional. En su recorrido profesional, López Barneo admitió que lo más determinante para su formación profesional fue el adquirir conocimientos sólidos de electrofisiología y biofísica de membranas y conocer las “extraordinarias” instituciones académicas norteamericanas. Una formación que propició que su grupo de investigación en Sevilla fuese pionero en el montaje de las técnicas eletrofisiológicas más modernas del país. También hizo alusión a su investigación de la enfermedad de Párkinson, una enfermedad que, reconoció, es muy dura para los pacientes, que provoca la muerte progresiva de neuronas en diferentes áreas del sistema nervioso, sin razón inmediata aparente. “El avance en la prevención, diagnóstico y tratamiento es uno de los retos más importantes de la investigación y práctica médica del siglo XXI”, manifestó. Según apuntó previamente, los niños que nacen ahora vivirán hasta los 95 años, y la edad media en los próximos 50 años se situará entre los 105 y los 110 años: “Si tenemos en cuenta que el factor de riesgo es la edad, si no se pone remedio en el futuro todo el mundo sufrirá la enfermedad”. Motivado por este reto, se puso en marcha el proyecto sobre terapia celular en la enfermedad del Párkinson, que supuso una importante reorientación metodológica conceptual del grupo.

En relación a la Universidad, afirmó que la generación de conocimiento y tecnologías propias es el “carburante” de una institución prodigiosa: “Le pedimos que preserve las esencias culturales sobre las que se sustenta nuestra sociedad y, a la vez, exigimos que se adapte a los tiempos e, incluso, que lidere la creación de futuro”. Por ello, no consideró aceptable que se contrapongan, en ocasiones, las labores docente, asistencial o de gestión con la actividad investigadora: “Sin ciencia no hay Universidad ni futuro”. Así, y en relación al Sistema Universitario Español, abogó por abordar dos aspectos que deben recogerse de una forma realista y eficaz. Por un lado, apostó por la generación de picos de excelencia docente y sobre todo científica que permitan ocupar un lugar en la alta competición internacional no solo para estar bien situado en los rankings, sino para atraer inversiones y recursos externos. Por otro lado, consideró necesario potenciar las relaciones entre la Universidad y el sistema productivo, con sus peculiaridades y necesidades en cada territorio.

La madrina de José López Barneo fue la catedrática de Biología Celular de la Universidad de Jaén, María Ángeles Peinado Herreros, que fue la encargada de pronunciar la “Laudatio”, de la que dijo: “Trata de reconocer pública y explícitamente una actitud, un compromiso y el esfuerzo de una persona extraordinaria, que cuenta con el honor de haber contribuido desde la academia y la ciencia, a base de inteligencia, trabajo y capacidad de liderazgo, al progreso y el bienestar de la sociedad”.

Así, glosó la trayectoria del Doctor Honoris Causa aún en ciernes, que situó como un líder mundial en el campo de los mecanismos sensores de oxígeno, y del que destacó su papel determinante en las enfermedades cardiovasculares y pulmonares. También destacó el novedoso proyecto en el que trabaja, que tiene como principal finalidad la de desarrollar nuevos antibióticos que debiliten la adhesión de las bacterias a los tejidos y que sean más eficaces contra determinadas infecciones. Además de destacar que recientemente López Barneo ha obtenido un proyecto europeo altamente competitivo, la madrina también subrayó que, además de un excelente docente e investigador, es una gran persona con energía y capacidad. “En definitiva, representa a toda una generación que hemos creído en la capacidad transformadora del conocimiento y del trabajo inteligente”, concluyó.

Juan Gómez cerró el acto con el discurso de bienvenida al claustro. “Con la concesión de este Doctor Honoris Causa, la institución quiere reconocer sus extraordinarios méritos como científico y su defensa de los principios y valores inherentes a la excelencia en la generación y la transmisión de conocimiento”. Además, reconoció que la UJA se ve “contagiada” por el prestigio de López Barneo: “Es uno de los investigadores más relevantes de España en el campo de las neurociencias, con una trayectoria ejemplar de esfuerzo, creatividad, liderazgo, excelencia y pasión por su trabajo. Pero, además, es un científico apreciado, respetado y admirado no solo en el ámbito de su profesión, sino por el resto de la sociedad en general”. Por último, el rector de la UJA hizo referencia al liderazgo profesional y humano del jiennense.

una amplia acogida

asistencia. El claustro de la Universidad de Jaén aprobó, el pasado 2 de octubre, la concesión del Doctorado Honoris Causa al médico José López Barneo. Una defensa que realizó el profesor del departamento de Biología Experimental de la UJA, Francisco Luque. El acto de investidura fue presidido por el rector de la UJA, que estuvo acompañado de su homónimo en Sevilla, Miguel Ángel Castro. A la cita también asistieron los miembros del Consejo de Dirección de la UJA, responsables de centros de formación e investigación, los exrectores Luis y Manuel Parras y representantes políticos provinciales.