Jaén pierde 1.800 puestos de trabajo durante el último año

Si el paro baja y el empleo también, ojo. Pasa algo grave. La Encuesta de Población Activa (EPA) que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) se puede interpretar de muchas maneras. Quienes busquen felicidad o consuelo pueden argumentar que el desempleo cayó y que la tasa de paro es muy similar a la que se registra en las otras provincias de Andalucía. No obstante, si la compara con la española, ya le dolerá más, ya que existe una diferencia bastante significativa, es decir, de 7,25 puntos, lo que deja claro que la brecha que tiene Jaén con el resto del país es demasiado extensa.

Es verdad que en este último trimestre ha comenzado a trabajar más gente, pero también hay que tener en cuenta que el campo está a pleno rendimiento y que esta campaña oleícola necesita más jornaleros que las pasadas. En cambio, lo más doloroso de la última Encuesta de Población Activa es que Jaén ha perdido 1.800 puestos de trabajo en solo un año y encima el paro ha caído o, lo que es lo mismo, que la población activa de esta tierra se va, que casi es mucho peor que esté parada, ya que se pierde potencial humano.

Además, lo más preocupante es que esto solo pasa en Jaén. Las otras siete provincias andaluzas tienen a más personas con un trabajo que hace un año, lo que resulta un indicador muy preocupante. Los puestos de trabajo aumentaron en Málaga, con 48.700 ocupados más, y por Sevilla, con 30.200 más. Por su parte, el empleo creció en 12.000 en Cádiz, en 11.200 en Córdoba, en 10.300 en Almería, en 7.900 en Granada y cien en Huelva. En cambio, ha descendido en 1.800 personas en Jaén. Si se quiere hacer “más sangre”, se puede. El sector agrario ha sido el más dinámico en el último año y también en este trimestre que, precisamente, es el que requiere menos cualificación. A partir de ahí el acertijo es sencillo: ¿Quién se va de Jaén? Pues, muchas personas preparadas que no encuentran oportunidades para realizar su profesión. Y eso sin hablar de la brecha que existe entre los hombres y las mujeres, ya que el paro en esta tierra tiene nombre de mujer o, lo que es lo mismo, después de la gran depresión económica los hombres han regresado con más facilidad a los puestos de trabajo, mientras que las mujeres se han quedado en casa. Solo así se entiende que haya 129.300 varones ocupados frente a los 25.600 parados con una tasa de actividad del 59,14% y una tasa de paro del 16,53%. En cambio, las mujeres ocupadas son 90.300, mientras que las paradas se sitúan en 35.200. De ahí se desprende una tasa de actividad del 46,65% y una de paro del 28,08%, es decir, un 11,55% más de mujeres paradas respecto a los varones.

Las cifras generales de la Encuesta de Población Activa (EPA) sin meterse “a fondo” con ellas sí que plasman una ligera mejoría, pero en cuanto que se someten a un análisis más detallado queda claro que Jaén tiene un problema muy grave: su población activa se va, es decir, trabajadores y desempleados hacen las maletas en busca de oportunidades en otros territorios. Unos porque el empleo no les satisface, es decir, cobran menos de lo que consideran, están sobrecualificados para lo que hacen o tienen contratos temporales, entre otras circunstancias. Los otros, simplemente, porque no cuentan con oportunidades laborales para desarrollar su profesión y creen que otros territorios les ofrecerán más oportunidades.

los fríos datos. La Encuesta de Población Activa (EPA) refleja que hubo un descenso de 3.200 parados en la provincia respecto al tercer trimestre del año. El número de parados en la provincia se sitúa en 60.800, 8.600 menos que hace un año, ya que entonces se registraban 69.400. El número de ocupados crece en 7.400 en el cuatro trimestre del año hasta situarse en 219.500. No obstante, representa una cifra inferior a la que registrada hace un año cuando se contabilizaron 221.300 ocupados en la provincia. La tasa de paro es del 21,7%, es decir, está 7,25 puntos por encima de la media nacional 14,45%, lo que representa un diferencial bastante significativa. Además, se encuentra prácticamente igual que en 2017, por lo que Jaén no logra acortar el diferencial.

La agricultura fue el sector que más creció en ocupados entre octubre y diciembre, con 11.600 más respecto al trimestre anterior. También mejora sus cifras industria que contabiliza 4.000 ocupados más que en el tercer trimestre de 2018. Construcción y servicios pierden ocupados: 2.300 y 6.100, respectivamente.

Además, el mercado laboral jiennense muestra una ralentización considerable y no es capaz de crecer y mostrar las mismas tendencias dinámicas que sí tienen otras provincias andaluzas. Es cierto que no sería justo compararlo con Málaga y Sevilla, pero es que también está lejos de las otras. De ahí que, si no llega a ser por la campaña de la aceituna, la cosa habría pintado todavía peor en esta tierra. El paro se muestra como uno de los grandes problemas, pero tiene una realidad todavía peor: la gente se va a otros lugares.