Interior “predice” 46 casos de maltrato en solo 13 días

Su nombre es Detección Automática del Riesgo de Agresiones, pero se le conoce por las siglas Daraa y es una medida “estrella” del plan Viogén contra la violencia hacia la mujer. En esencia, es un sistema informático del Ministerio del Interior que, como en las películas de ciencia ficción, quiere evitar el crimen antes de que llegue a consumarse, en este caso, las agresiones machistas. Este “motor analítico”, como se define en el departamento que dirige Juan Ignacio Zoido, se estrenó el 15 de febrero y, en solo 13 días, hasta final del pasado mes, se “anticipó” a 46 casos de malos tratos en la provincia de Jaén, es decir, más de tres cada 24 horas, tal y como confirma una portavoz del Ministerio. Si se mantuviera la progresión, el Daraa se activaría, durante 2017, ante 1.290 hipotéticas palizas, situaciones de acoso, daños a los hijos e, incluso, posibles homicidios.

Para entender su funcionamiento, lo más fácil es poner un ejemplo práctico, ficticio, para preservar la identidad de las mujeres reales a las que ayudó el Daraa. El agente V-071116, del puesto de la Guardia Civil de Baeza, recibe a las 17:35 del 18 de febrero un correo electrónico. En el mensaje se le informa de que el motor analítico del Sistema Viogén detecta la presencia de posibles indicadores de riesgo, como pueden ser que su agresor ha desarrollado alguna agresión, tiene ideas suicidas, que la víctima no cuenta con apoyo familiar y depende económicamente del maltratador. “Téngalos en consideración y actúe en consecuencia” se le pide al guardia civil que, conforme a las instrucción dada a todos los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, debe comprobar que la mujer está bien y, si es preciso, redoblar la vigilancia o adoptar otras medidas. Esta respuesta de Daraa suele llegar, normalmente, cuando se reducen las medidas de protección al “desactivarse un caso”. El comisario principal, Jorge Zurita, responsable del sistema Viogén del Ministerio de Interior, a la pregunta de si hay constancia oficial ya de que con este método se hayan frenado casos de violencia, responde: “No hay manera de conocerlo. Pero creemos que sí”.

Lo que este mando policial deja claro es que cualquier mano que se le pueda echar a los agentes que están en la calle es bienvenida, sobre todo, por la falta de homogeneidad que caracteriza a las agresiones machistas. “No hay un perfil tipo de agresor o un día de la semana más peligroso. Ya nos gustaría que lo hubiese. Nos facilitaría muchísimo la labor policial de protección a las víctimas”, reflexiona el comisario principal Zurita. De hecho, ni siquiera las amenazas que sufren las mujeres, como cree conforme a su experiencia, se parecen. “Todos los riesgos no son iguales. En el sistema Viogén se trabaja con cinco niveles de riesgo: extremo, alto, medio, bajo y no apreciado. A cada uno de ellos le corresponden diferentes medidas policiales de protección y distintos planes de Seguridad Personalizados”, apostilla el policía nacional, jefe de esta “unidad de precrimen”.