Estudiantes del acceso al Grado Superior se movilizan

Los temores de los estudiantes de la provincia que el pasado 13 de junio se enfrentaron a las pruebas de acceso al Grado Superior para continuar sus estudios en los ciclos formativos tras el cambio del temario de Matemáticas con lo que consideran “poca antelación” se han hecho realidad. Y, a falta de datos oficiales, lo que es un hecho es que la mayoría de los que se presentaron suspendieron esa asignatura. Con una nota mínima de tres hacían la media de las materias comunes (Inglés, Matemáticas y Lengua Española), que es lo que le ha ocurrido a Sonia Cabrera. En otros casos, aunque también la alcanzaron no les da la calificación necesaria para hacer el módulo que quieren, y, en la mayoría, ni siquiera han llegado al tres, lo que da “al traste” con el esfuerzo realizado por los estudiantes desde que comenzaron con la preparación de la prueba.

El periodo de reclamaciones termina hoy y, según explican algunos estudiantes, son muchas las personas que acuden a revisar en estos días sus notas, aunque también reconocen que hay numerosos alumnos a los que ha desmotivado el resultado del examen.

Por ese motivo, han comenzado una campaña de recogida de firmas junto a otros afectados por la misma situación en toda Andalucía, que enviarán a la delegación de Educación. En el documento, al que ha tenido acceso este periódico, solicitan que no se tenga en cuenta la calificación de Matemáticas para hacer la media de la parte común, “teniendo en cuenta que el cambio de temario se ha producido con muy poco tiempo de antelación y que no ha tenido el grado de publicitación necesario”.

En este sentido, recuerdan que fue con la Orden 21 de febrero de 2017, publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía número 57 de 24 de marzo, cuando el temario vigente desde 2009 cambió en la mayoría de las asignaturas, pero sobre todo en la de Matemáticas, que contaba con 14 de sus 19 temas nuevos “y de una gran complejidad y dificultad”. “El nuevo programa de esta asignatura es radicalmente distinto al anterior y mucho más complejo, por lo que no daría tiempo a prepararlo en pocos meses. Tampoco está desarrollado, no hay recursos didácticos disponibles ni modelos de examen que puedan servir de referencia”, recriminan. Hasta el cierre de esta edición, les quedaban poco más de un centenar para alcanzar las 1.000, con las que remitirán todas las rúbricas a Educación.