En Aquisgrán, a todo motor

Lo del jiennense David Lozano Arjona con Alemania fue un flechazo nada más pisar tierras germanas, en 2015, como becario Erasmus. Después de cuatro años, la “relación” con el país de la cerveza está más que consolidada

13 ene 2019 / 12:11 H.

Aquigrán, la que fuera capital del imperio carolingio allá por el siglo VIII, no ha perdido, a día de hoy, esa condición de ciudad principal con el paso de tantas centurias aunque, eso sí, los motivos de su vigencia poco tienen que ver con los que la hicieron pasar a la historia como urbe amada y sepulcro del emperador. Ahora, la Aachen alemana presume de poderío no solo gracias a su patrimonio medieval, de primer orden, sino también como centro de producción donde la ingeniería y la tecnología llevan la corona.

Un auténtico santuario de rabiosa actualidad para quienes, como el jiennense David Lozano Arjona, tuvieron clara su vocación desde la más tierna infancia: “Toda mi vida he estudiado en Jaén salvo el curso 2015-2016, cuando disfruté de una beca Erasmus en Múnich, donde me enamoré de Alemania”, confiesa, y añade: “Tras ese año regresé a Jaén a terminar mis estudios en Ingeniería Mecánica, ya con la idea de que tenía que volver a Alemania a hacer un máster en Automoción, porque desde pequeño he sido un apasionado de los coches”. Dicho y hecho: Lozano se graduó con un buen dominio del inglés y enfrascado en hacer del alemán otra de sus lenguas más fluidas, siempre con los ojos del corazón —los que más lejos alcanzan— puestos en tierras germanas.

Antes de asentarse en el —entre otras muchas cosas— país de la cerveza, este inquieto perito, hijo de alcalaínos, trabajó en la Universidad de Jaén como investigador en el Departamento de Energía Fotovoltaica, donde se curtió en lo suyo hasta el punto de no dejar escapar ninguna ocasión para dar rienda suelta a sus capacidades. Como muestra, un botón: “Aproveché ese año para participar en el proyecto Motostuden con mis compañeros de la UJA, diseñando una moto de carreras cien por cien eléctrica que compitió frente a otras universidades el pasado mes de octubre, en el circuito de Motorland, en Alcañiz (Teruel)”, recuerda.

Mientras tanto, no cejó en su empeño y, a fuerza de enviar solicitudes, consiguió que la RWTH Aachen —la Universidad Técnica de Aquisgrán, toda una institución de referencia en su ámbito— lo aceptara para cursar su Máster Internacional en Automoción —algo así como el “summum” académico al que puede aspirar un enamorado de la ingeniería—.

Así, a todo motor, puso rumbo hacia su amada Alemania y convirtió aquel primer flechazo que sintió por la cuna de la casa Mercedes en 2015 en una relación que, poco a poco, se consolida: “Llegué a la ciudad a mediados de septiembre de 2018; adaptarme a la vida alemana, a su clima, no me ha supuesto un problema, ya que no es la primera vez que estoy en el país y sabía a lo que me enfrentaba; sin embargo, se hace duro venir a estudiar lejos de familia y amigos, sin una fecha segura de vuelta”, asegura. Y es que, por más atractiva que resulte la aventura, la nostalgia, ese “deseo apremiante de encontrarse en casa”, como la definió otro germano, Novalis, aguarda siempre a la vuelta de la esquina. Menos mal que el espíritu viajero y emprendedor de Lozano se encarga de ver la parte más positiva de esta vivencia: “Por otro lado, la experiencia de conocer lugares nuevos y gente nueva cada día es indescriptible y te hace crecer como persona y darte cuenta de lo autosificiente que puedes llegar a ser cuando no te queda otra alternativa”, sentencia el joven jiennense.

A más de dos mil kilómetros de su ciudad natal, persigue un objetivo que, si se cumple la famosa frase de Eurípides, le procurará el mejor de los futuros —“mucho esfuerzo, mucha prosperidad”—.

unas ideas muy claras

Para David Lozano Arjona, el futuro más inmediato pasa por terminar el máster internacional que cursa, a día de hoy, en la prestigiosa Universidad Técnica de Aquisgrán, y que tiene una duración de dos años. Después —asegura— buscará trabajo “por la zona sur de Alemania”: “Allí se centra gran parte del sector de la automoción”, aclara. Pero no solo de idear automóviles vive el hombre, y aquel amor a los coches que arrastra desde que era un niño se cuela también entre sus objetivos profesionales y vitales hasta el punto de animarlo a desarrollar sus conocimientos en algún equipo de competición, “bien sea de Fórmula 1 o de DTM, WTCC...”: “Para ello sigo completando mi curriculum, formando parte, actualmente, del equipo de Formulastudent de esta Universidad, el cual diseña y fabrica un vehículo cien por cien eléctrico de competición cada año”.

patrimonio notable

La vinculación de Carlomagno con Aquisgrán ha dejado en la ciudad un notable repertorio de monumentos. Destacan el Ayuntamiento, construido en el siglo XIV sobre lo que fue palacio imperial; la catedral, que cuenta con una capilla palatina mandada eririr por el propio monarca en el siglo VIII, entre cuyos muros reposan los restos mortales de Carlomagno y que figura en la lista de monumentos Patrimonio de la Humanidad y templos como el de San Miguel, del XVII. En otro orden de cosas, el patrimonio gastronómico de la ciudad también es resaltable y se la considera cuna del “sandwich”, cuya denominación deriva de su creador, el conde homónimo, a quien sus criados preparaban este bocado ligero para que no tuviese que dejar de jugar a las cartas —su gran afición— mientras se alimentaba.

clases los días laborables y diversión y viajes con amigos los fines de semana
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“La ciudad tiene un ambiente universitario increíble: de una población de casi 246.000 habitantes, 45.000 son estudiantes de mi Universidad, por lo que hacer planes, cualquier día de la semana, es bastante sencillo”, manifiesta el ingeniero jiennense, que detalla su día a día en Aquisgrán: “Básicamente consiste en ir a clases por la mañana, y a la biblioteca y el gimnasio por la tarde”. Una rutina que, sin embargo, rompe los fines de semana para reunirse con amigos españoles que se encuentran –como él mismo hace algunos años— en plena beca Erasmus: “Siempre tienen ganas de salir a tomar algo, y así me despejo”, suscribe Lozano mientras confirma la “fama fiestera” de los becarios internacionales. “Además solemos organizar escapadas a ciudades cercanas con algún atractivo turístico”. Y es que, como aclara, “la ubicación de la ciudad es perfecta”: “Estando en la frontera con Holanda y Bélgica viajas de un país a otro en menos de una hora de autobús, y tienes la posibilidad de conocer diferentes culturas muy cerca de casa”.

en familia
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En esta fotografía, David Lozano Arjona posa con su familia estas navidades, en su casa de Jaén. En ella aparecen sus padres, Rafael y Rafaela, y sus hermanos, Juan y Álvaro. De todos ellos asegura: “Son imprescindibles para mí en esta aventura, cada vez que voy a visitarlos vuelvo con las ‘pilas cargadas’ al máximo”.

carnavalesco
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El Carnaval de Colonia, asegura el jiennense, es a Alemania algo así como las carnestolendas gaditanas a España. David Lozano, ni corto ni perezoso, no dudó en enfundarse un disfraz y, en compañía de sus amigos españoles, se unió a la fiesta y recorrió las calles de la ciudad germana de esta guisa. Una experiencia “bestial”.

recién llegado
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Está claro que en lo de adaptarse estéticamente a la ocasión, David Lozano es todo un maestro. Así lo hizo en la primera reunión de bienvenida a los estudiantes internacionales que conoció al llegar a Aquisgrán, cuando apenas llevaba una semana allí: “Todos estábamos deseando de conocer gente nueva”, dice.

piloto de su vida
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“En esta foto aparezco increíblemente feliz, subido a la moto que diseñé junto a mis compañeros de la Universidad de Jaén”, confiesa. La instantánea, que evidencia el apego de Lozano a su trabajo, fue tomada en el “pit lane” del circuito de Motorland en Alcañiz (Teruel), durante uno de los días que se celebró la competición.