El triunfo de Tarde para la ira corona a Raúl Arevalo

Dani Rovira volvió a ser el conductor de la gala de los Premios Goya en su trigésimo primera edición, en la que Tarde para la ira se hizo con el “cabezón” como mejor película y confirmó el talento de Raúl Arévalo tras la cámara, que fue premiado como el Mejor Realizador Novel. Eso sí, no pudo cosechar el premio a Mejor Director, ya que no resultó nominado. SÍ lo estaba Juan Antonio Bayona, que fue el que alcanzó el triunfo en esta disputada categoría, por su película Un monstruo viene a verme que, además, recibió otros ocho Goyas.

En el apartado interpretativo, Enma Suárez fue la indiscutible y merecida triunfadora. Ganó las estatuillas a Mejor Actriz Protagonistas y Mejor Actriz de Reparto por Julieta y La Próxima Piel, respectivamente. Roberto Álamo, por su parte, cosechó el galardón a Mejor Interpretación Principal por su papel en Que Dios nos perdone, mientras que la secundaria la ganó el actor Manolo Solo, también de Tarde para la ira.

Entre medias llegó uno de los grandes momentos de la gala, con la entrega del Goya Honorífico a Ana Belén, que se mostró emocionada: “En España se hace muy buen cine, como tantas veces se ha reconocido en el mundo, y nuestros cineastas nacen ahora aprendidos”, expuso la actriz y cantante, que aseguró “echar de menos el cine”. A quien si echa en falta el séptimo arte es a Miguel Picazo. El director cazorleño fue recordado en la sección In memoriam.