El sector crítico del PP exige la cabeza de Fernández de Moya

La herida en el PP de Jaén que se abrió tras la elección del alcalde de Santisteban, el joven Juan Diego Requena, como nuevo presidente del partido, el pasado 21 de mayo, lejos de cerrarse, va camino de gangrenarse. El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, que fue el gran perdedor del cónclave, al imponerse su contrincante mediante el sistema de elección en doble vuelta, por el voto de los compromisarios natos, no se da por vencido. Opta por subir la apuesta contra los que, en varias ocasiones, definió como “compañeros del aparato”. El próximo viernes, 24 de noviembre, presentará, en la sede regional del PP, en la calle San Fernando de Sevilla, 800 firmas para reclamar un expediente disciplinario contra el secretario de Estado de Hacienda y presidente de honor del partido, José Enrique Fernández de Moya. ¿Por qué? Lo acusa de haber alterado la relación de compromisarios para garantizar la elección de Requena. Considera cómplice de este fraude al diputado nacional y presidente del PP de Baeza, Javier Calvente. Moreno deja claro que solo pide que se cumpla la resolución del Comité de Derechos y Garantías de la fuerza en la comunidad que ya reconoce este hecho. Si no le hacen caso, tomará una decisión radical. “Si el 24 de enero no se incoa el expediente disciplinario, todo mi grupo en el Ayuntamiento de Porcuna y yo pasaremos al grupo de no adscritos, animo a compañeros a que hagan lo mismo”, anunció Moreno que dejó claro que también obrará así en la Diputación, donde ocupa uno de los escaños.

Para no llegar a esta situación, reclama, además de las sanciones a Fernández de Moya y Calvente, que se revisen los actuales órganos provinciales de dirección, para que representen los resultados del congreso, en el que obtuvo la mayoría de votos de los afiliados, un 57%, frente un 43% de los oficialistas. Esto no quiere decir que él ocupe la presidencia, tal y como apuntó. También reclama que se revisen las estructuras locales, en las que apunta que se dan situaciones como las de Úbeda en la que, como lamentó, el expresidente, José Robles, se niega, sostiene, a ceder las llaves de la sede a la nueva dirección. Por último, pasadas las elecciones locales y autonómicas, exige el compromiso para celebrar un congreso limpio, con la fórmula de “un militante un voto”. Con estas decisiones, en especial la de prescindir de sus siglas, Moreno no cree que se vaya del partido, sino que, según él, fuerza la situación para incumplir los estatutos a sabiendas para comprobar si a él se le expedienta, al contrario que a Fernández de Moya sobre el que dijo que goza de “total impunidad e inmunidad”. “No hay paz sin justicia”, dejó claro, para insistir en que no protagoniza esta “rebelión” por ansias de poder sino por “convicción”. “Están acostumbrados a responder ante todo tipo de situaciones, menos la de una persona que tiene dignidad”, dijo sobre los responsables del PP en la provincia.

Si se acceden a sus demandas, Moreno está dispuesto a aparcar la confrontación y retirar el pleito judicial presentado por los resultados en el congreso. Juan Diego Requena, presidente del PP jiennense, lo acusó de mantener vivas las tensiones y dejó claro que su trabajo se centra en lograr un partido “fuerte, solvente, serio y sin mirar al pasado”.