El Parador sigue en obras con el objetivo de reabrir en 2020

La reforma puede terminar en noviembre y, después, se preparará la apertura

09 abr 2019 / 16:48 H.

Uno de los establecimientos de la red de Paradores mejor puntuado por los clientes, el del Cerro de Santa Catalina de Jaén, echó el cierre en octubre de 2018. El objetivo fue acometer una profunda reforma en un alojamiento que abrió sus puertas en 1965 y que, más de medio siglo después, necesitaba una actualización para adaptar la obra del arquitecto José Luis Picardo al siglo XXI. Los trabajadores llegaron el 5 de noviembre de 2018 y, según prensa de Paradores, el plazo de ejecución previsto, según el contrato, son de 289 días. Después hay que decorar y poner en marcha las instalaciones para poderlo abrir al público, ello llevará un tiempo, por lo que la reapertura al público se estima en febrero o marzo de 2020.

El margen de un año que queda para volver a disfrutar del establecimiento servirá para culminar la intervención, que se cree que puede culminar en octubre o noviembre de este mismo año, y para redecorar y poner a punto el parador. Desde la empresa hotelera estatal se deja muy claro que no son fechas cerradas ni fijas, dada la gran envergadura de la obra y las características del edificio. En cuanto a su plantilla, la sociedad pactó con los más de 40 trabajadores un expediente de regulación temporal de empleo con un periodo de vigencia de octubre de 2018 a septiembre de 2020. No obstante, el acuerdo suscrito contempla que si concluyen antes los trabajos de mejora del establecimiento, los tiempos se pueden acortar. Las principales acciones previstas en el parador van desde el montaje de un nuevo ascensor, a la mejora de las cubiertas, los baños de habitaciones y aseos públicos y la reforma de la cocina, unos fogones que usan restauradores de gran prestigio. El presupuesto del proyecto es de 2.730.611,10, sin contar el IVA. La empresa adjudicataria de la obra, por licitación abierta, fue Acciona Construcción S.A.

El Presidente de Paradores, Óscar López Águeda, explicó que, con esta reforma se busca que, en sus palabras, “el Parador de Jaén siga siendo un referente indiscutible del turismo y de la conservación del patrimonio histórico-cultural y que, al mismo tiempo, sus instalaciones ofrezcan los más altos estándares de calidad a nuestros clientes”.

Con los trabajos que se ejecutan en el Parador vuelven las leyendas sobre los fenómenos extraños en este lugar. El Grupo de Investigación Paranormal AL&FA, de hecho, solicitó a la dirección del centro, por correo electrónico, realizar una investigación en el recinto, construido, a mediados del siglo pasado, sobre los restos de los dos conjuntos arqueológicos más antiguos que había en lo alto del monte: el alcázar árabe o castillo viejo y el alcázar Abrehuí. Desde Paradores dejan claro que la petición, mientras duren las obras, no tiene sentido, ya que, por razones de seguridad, está prohibido terminantemente el acceso. Las historias de fantasmas del parador jiennense, que se manifiestan con muebles que se mueven o sombras que no tienen razón de ser, no son nuevas. De hecho, hasta se hace alusión en la versión web de la prestigiosa Guía Repsol. Los sucesos extraños se dan, o hay quien cree que se dan, en las habitaciones 22 y 23 del impresionante conjunto arquitectónico.

una noche en los baños árabes
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Javier Torres, Pedro Torres y Raquel Gómez, del Grupo de Grupo de Investigación Paranormal AL&FA de Jaén, solicitaron permiso para realizar pruebas en los Baños Árabes, un trabajo que, como explicaron, les sirvió para documentar la presencia de varios espíritus y recoger algunas psicofonías. Su objetivo es hacer algo similar en el Parador de Santa Catalina.