El lío de los olivos centenarios

El olivo que cumpla una edad también se podrá jubilar o, lo que es lo mismo, ganar privilegios y protección. No es más que una recogida de firmas para hacer una propuesta a la Unión Europea. Ojo con el volumen de apoyos que ha conseguido. La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente dentro del proyecto Life+Bigtrees4life pide apoyos y ya tiene a 146.605 españoles —con nombres y apellidos— que han firmado para pedirle a Bruselas que proteja los olivos que tengan más de 350 años o 6 metros de diámetro por su singularidad. En cambio, a los hombres y a las mujeres que miman cada día estos árboles y los han cuidado hasta cumplir esta edad y lucir estos parámetros de belleza no les hace ni chispa de gracia esta propuesta. Las organizaciones agrarias la ven como una seria amenaza para muchas fincas de la provincia que, precisamente, necesitan una clara reconversión.

La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente explica que, hace unos meses, un millonario francés pagó 64.000 euros por un árbol milenario que arrancó de Portugal. Cuenta que ahora está en su chalé. “Igual que, hace 150 años, los norteamericanos con grandes sumas de dinero se llevaba iglesias románicas por cuatro perras —piedra a piedra— ahora permitimos que se expolie nuestro patrimonio natural”, dice la petición.

Asimismo, argumenta que la Ley de Patrimonio Arbóreo Monumental de Valencia prohíbe arrancar árboles con más de 350 años o 6 metros de tronco. En cambio, no pasa lo mismo en Andalucía, Murcia, Extremadura, Cataluña o Aragón, donde sí se puede hacer. Por eso, esta campaña, que quiere elevarse a Europa, pide que se prohíba su arranque, que se protejan y que no se permita venderlos a otra persona —las tierras sí, claro está. Lo que no se deja es el árbol de forma individual—.

Sin embargo, los olivareros, que son los que han hecho que estos árboles sumen años —se los han pasado de una generación a otra— están en contra de esta propuesta. “Existe una figura para proteger olivos por su singularidad, pero me parece excesivo que se haga de una manera genérica. Tenemos olivos como el de Fuente Buena o el de Castillo de Locubín que hay que salvaguardar, pero no se puede poner límites a los agricultores de parcelas, simplemente, porque sus olivos hayan cumplido una edad. Sería una auténtica barbaridad”, afirma el secretario general de COAG, Juan Luis Ávila. Por otro lado, el gerente y portavoz de Asaja, Luis Carlos Valero, coincide de lleno: “Los agricultores necesitan reconvertir las fincas. Salvo las figuras legales que ya existen, no podemos ponerles más trabas a la gente del campo. Bastantes tienen ya”.

Jaén tiene algunos olivos milenarios bien identificados, pero sí que tendría una importante cantidad de árboles con más de 350 años de antigüedad que, de salir hacia adelante esta petición, se tendrían que someter a unas condiciones especiales de protección. Por el momento, no se trata más que una petición, pero que sube en apoyos como la espuma. Y eso que aún no se ha estrenado la película “El Olivo” de Icíar Bollaín, que refuerza aún más la idea de catalogar y proteger estos árboles.