El Jaén Paraíso Interior, en la final de la Copa del Rey

10 abr 2018 / 23:21 H.

Hubo que esperar para conseguirlo pero el equipo jiennense ya está en la final. Pasó por encima del Ríos Renovables Zaragoza en un encuentro en el que los maños apenas tuvieron opción.

No hubo minuto de tregua alguno para el cuadro maño en Jaén. Dídac avisó con un disparo desde campo propio de que no iba a ser un partido plácido para los de Santi Herrero y Mauricio les dio un segundo aviso con un disparo al poste que no entró por cuestión de centímetros. Decía Dídac en la previa del partido que el equipo amarillo debía salir como una apisonadora y a ello se dedicaron desde el inicio con intensidad y buen fútbol sala. De una recuperación, cuando corría el minuto siete, surgió el primero.

No hubo precipitación ni en Campoy ni en Dani Martín y junto montaron una transición en campo contrario que terminó con Carlitos empujándola a placer en el segundo palo y adelantando a los nuestros. No veía pintar bien la cosa Santi Herrero y por eso decidió que el minuto 10 era el idóneo para empezar a practicar el portero jugador. Retamar se puso la camiseta de cancerbero y no fue el único ya que también Adri Ortego se disfrazó de portero al ver que no terminaba de salirle a sus compañeros la primera jugada ensayada.

Ninguno de los intentos zaragozanos terminaba por surtir efecto y para colmo de sus males llegó Boyis para poner a la Salobreja en pie por segunda vez y hacer unánime en sus gradas aquello de “Boyis Selección”. La volea que se sacó de la chistera el capitán para el dos a cero provocó un nuevo estallido de júbilo en el pabellón jienense y de nuevo el quinto hombre zaragoza, táctica que habían dejado en desuso antes de encajar el segundo.

Dani Rodríguez decidió usar su tiempo muerto a falta de cinco y medio para que terminase la primera parte con el objetivo de añadir algunas correcciones a la defensa que estaban haciendo sus muchachos del juego de cinco de los maños. Pero tanto cambio y desajuste atrás acabó haciendo que el Ríos Renovables Zaragoza cavase su propia tumba. No se enteró de qué iba la película Adri Ortego y se cambió con el balón en juego. Ni el propia Campoy parecía creerse que no hubiese portero cuando fue a disparar a bocajarro.

Adrián, ya si bajo palos, tuvo que emplearse a fondo para evitar el cuarto cuando se rozaba el descanso. Al volver de este último, siguió el Ríos Renovables Zaragoza con el portero jugador con Adri Ortego como protagonista pero el resultado fue el mismo: a punto estuvo Dídac de anotar desde su propia portería, algo que habría terminado por sentenciar la eliminatoria. Tuvo que aparecer sin embargo también el portero catalán en faceta defensiva porque Anás consiguió plantarse solo ante él. Se le hizo muy chica la portería y muy grande el guardameta al jugador del cuadro zaragozano.

Llegó por insistencia el gol de Tejel que recortaba distancia a falta de 17 minutos para el final y la Salobreja se encendió para empujar a los suyos en el único momento del partido en el que podría haber habido dudas. La hubo aun más cuando Nano Modrego consiguió el segundo para los visitantes solo un minuto después. Podría haber amedrantado ese arreón a los amarillos pero lejos de eso los de Dani Rodríguez mantuvieron la compostura y fruto de esa madurez sobre la pista llegó el cuarto. Si el tanto de Boyis había sido de una violencia sobrecogedora el de Giasson no se quedó atrás. Imperiosa la volea del internacional por Italia.

Volvió a juego de cinco Zaragoza, esta vez con Retamar como falso portero, pero Chino ya se había cansado de los jueguecitos zaragozanos y, en un robo y saque rápido de sus compañeros, la envió alta para completar la manita. No iba a entregar el pase a la final tan facilmente Zaragoza y en un rápido contragolpe Thiago volvió a recudir la distancia en el luminoso a dos goles. No cambió esto los planes del conjunto jienense que siguió pugnando por el choque como si de un cero a cero se tratase.

Fruto de ello llegó el sexto. La complicidad fruto de cientos de entrenamientos entre Burrito y Carlitos resultó en una cuerda del primero y una aparición estelar en el segundo palo del gaditano. Por si el ambiente era poco, la Salobreja alcanzó un grado más en su celebración y no era para menos viendo cómo los de Dani Rodríguez se dejaban la vida en cada balón.

Giasson pudo dar un nuevo motivo para el festejo pero su balón se estrelló en el poste tras desviarlo Adrián y además el portero jugador de Zaragoza había dejado de funcionar hacía ya muchos minutos. Aun así siguieron intentándolo lo de Santi Herrero y Retamar volvió a anotar cuando quedaban algo más de tres. Pero Chino, apenas segundos después, se encargó de bajar a la realidad de nuevo a sus rivales con otra jugada en la que el portero brilló por su ausencia.

Anotaron hasta dos veces más los de rojo y negro pero ya no había lugar a duda acerca de quién estaría en la final en la que ya nos espera el FC Barcelona. Hubo que esperar pero acabó llegando el histórico pase.