El fugitivo tenía pasajes a Brasil

Regresan a España, después de una semana en tierras lusas, los tres menores secuestrados por su progenitor

29 nov 2017 / 18:41 H.

Todo planificado. Antonio Jesús M. C., el alcalaíno que se llevó a sus propios hijos contra la voluntad de la madre y los mantuvo con él entre los días 18 y 22 de este mes, hasta ser detenido en Vila Real de Santo Antonio (Portugal), no tenía pensado volver, ni mucho menos. El malhechor, según ha descubierto la Policía lusa, había adquirido unos pasajes para embarcarse hacia Brasil. Por tanto, los agentes creen que no tenía intención de devolver a los niños.

Mientras tanto, el delincuente se encuentra en prisión preventiva en una cárcel de Portugal. A partir de ahora se presentan dos posibles escenarios, que termine de cumplir el castigo por tenencia ilícita de armas —en el momento de su arresto llevaba en el vehículo todo un arsenal, con cuatro armas de fuego y otras blancas— y luego sea extraditado o que se le entregue temporalmente a la Justicia española para que responda por los cargos que se formulen en su contra por el supuesto rapto.

Por otro lado, las autoridades del país luso intervinieron los alrededor de 247.000 euros en metálico que llevaba cuando fue interceptado en un centro comercial próximo a la frontera. Aunque se baraja la posibilidad de que Antonio Jesús M. C. hubiera vendido alguna vivienda durante los últimos años en Alcalá la Real, difícilmente podrá explicar la abultada suma que llevaba con él. Los fajos de billetes que tenía apuntan, igualmente, hacia una planificación milimétrica de huida, algo también corroborado por la documentación de terceras personas con la que emprendió la huida.

emoción. Ayer, después de más de una semana en suelo portugués y de seis días en un centro de menores de la región del Algarbe, se produjo el esperado reencuentro entre la madre y sus tres hijos, dos niñas de once y cuatro años y un varón de diecinueve meses. La mujer, de cuarenta años, se trasladó hasta la ciudad costera de Faro con una comisión de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Jaén. Juntos regresaron hasta España. La entrega física fue efectuada por Policía de Seguridad Pública de Portugal. Los niños se hallan en perfecto estado. A partir de ahora, la vida de familia alcalaína regresa a la normalidad.

Los menores permanecieron en el Refugio Aboim Ascensão de Faro, una institución particular cristiana de solidaridad. Se trata de un recurso de emergencia infantil especializado en niños menores de seis años. Las instalaciones cuentan con todas las comodidades y con personal especializado en la atención a los pequeños. El centro cuenta con un programa de voluntariado.

El teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén, Luis Ortega, afirmó sobre el proceso para la vuelta de los niños: “Nos ha costado esto unos pocos días poder tramitarlo. Ya está resuelto todo. Había algún problema con la documentación que se entregó, alguna equivocación o algún malentendido, pero todo resuelto”. Finalmente, el equipo del Instituto Armado y la madre partieron de tierras jiennenses ayer de madrugada y llegaron horas después, en torno a mediodía, hasta el municipio de Faro.

La madre ha contado con protección después de que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Alcalá la Real, Luisa Leyva, decretará medidas cautelares para salvaguardar la integridad física de la mujer después de la fuga de su pareja.

Denuncia de su pareja por maltrato

La pareja de Antonio Jesús M. C. lo denunció por malos tratos después de una discusión ocurrida el sábado 18 de noviembre por la mañana. Aunque el hombre tuvo numerosos roces con las Fuerzas de Seguridad desde hace años y estuvo implicado en varias agresiones con arma blanca y su compañera era usuaria del Centro de la Mujer de Alcalá, no se le conocían antecedentes por violencia machista.

La escapada de unos 500 kilómetros

Antonio Jesús M. C. escapó con sus hijos en un coche de alta gama alquilado. Después de pernoctar en Granada volvió y a través de la N-432 entró en Córdoba, siguió por Sevilla y Huelva hasta llegar a Portugal. Llegó a saltarse un control de la Guardia Civil sin dudar en poner en peligro la integridad de sus hijos con una conducción temeraria. En el vehículo llevaba, entre otras pertenencias, artículos de joyería y móviles.