“El Coletas” de Santo Tomé ya desfila por los tribunales

Eugenio G. G. está acusado de once robos cometidos en su pueblo entre abril y julio del pasado año

03 jun 2016 / 14:25 H.

El verano pasado, los vecinos de Santo Tomé estaban atemorizados por la oleada de robos que se registraron en este pequeño municipio de poco más de 2.300 habitantes. El ladrón entraba en las viviendas, incluso con sus moradores dentro, y se llevaba todos los objetos de valor que encontraba a su paso. No le hacía ascos a nada, desde televisores hasta ropa. En total, se denunciaron 17 robos en casas y naves de aperos en poco más de tres meses. La situación de psicosis fue tal que los habitantes del pueblo no se atrevían ni a salir a la calle. En Santo Tomé, todos sospechaban que Eugenio G. G., alias “El Coletas”, era el autor de los robos. Este vecino del municipio, de tan solo 22 años, tuvo sus minutos de gloria cuando las televisiones nacionales se hicieron eco del miedo existente en Santo Tomé. Ante las cámaras, negó ser el ladrón al que todos sus paisanos temían.

Poco después de su aparición en la pequeña pantalla, la Guardia Civil terminaba con el estrellato de “El Coletas” poniéndole las esposas. Se le imputaron once de los robos denunciados y fue enviado a prisión preventiva. Allí llevaba desde mediados de julio de 2015, esperando a que se vayan sucediendo los juicios. El desfile de “El Coletas” por los tribunales de la provincia ya ha comenzado. Ayer, tuvo doble cita en la Audiencia Provincial. A las diez de la mañana, Eugenio G. G. respondió por el robo en la casa de una anciana. Presuntamente, accedió por la terraza, reventó una ventana y se llevó joyas, dinero, un ordenador, una escopeta de aire comprimido, dos cuadros, la pantalla de un ordenador y la ropa interior de la mujer: “¿Para qué quiero yo unas bragas”?, le contestó al fiscal cuando le interrogó sobre la autoría de estos hechos. “Yo no he hecho nada”, dijo.

En este primer juicio, “El Coletas” mantuvo su inocencia. Aseguró a los magistrados de la Sección Segunda que iba “puesto de drogas” y que no se acordaba de nada. Explicó que vivía de la caridad, ya que se dedicaba a pedir limosna en la puerta de la iglesia, y de la recogida de chatarra en cortijos abandonados. “Yo en mi vida he cometido tres robos, hace ya mucho tiempo, y ya pagué por ellos. No son esos que dice la Guardia Civil”, concluyó Eugenio C. C.

La Fiscalía mantuvo los cargos contra “El Coletas” por un delito de robo con fuerza en casa habitada con la agravante de multirreincidencia. Por eso, le reclama seis años de cárcel. Su abogado pidió la libre absolución, al entender que no hay pruebas. No obstante, en caso de condena, pidió al tribunal que le aplicase las atenuantes de drogadicción y de estado de necesidad.

Después de terminar este primer juicio, Eugenio C. C. tuvo que volver a sentarse en el banquillo por otro robo distinto. En concreto, por llevarse una sopladora y una vibradora de una nave agrícola. En este caso, “El Coletas” admitió los hechos para alcanzar un acuerdo de conformidad: “¡Qué remedio me queda!”, le dijo a los magistrados cuando le preguntaron si aceptaba el trato hecho por su abogado. De los seis años que el Ministerio Público pedía inicialmente, el castigo se quedó en tres años y medio de cárcel. El mínimo para este tipo de delitos. Es la sexta condena que figura en el historial de “El Coletas”, que tiene por delante una larga temporada a la sombra.