El cambio climático y sus efectos, a través del objetivo

La Fundación Caja Rural abre una muestra de 35 trabajos seleccionados

05 abr 2019 / 12:12 H.

Nada es ordinario en la Escuela de Arte José Nogué. Uno se da cuenta enseguida cuando abre su puerta principal y cruza el umbral. La explicación puede resultar extraña para quien no ha estado allí, pero es cierto: los escalones, las barandas, las paredes y las esquinas parecen esmerarse en la lucha por escapar a los límites impuestos por las formas —“decir como era no podría porque no es forma, ni en la forma cabe”, dijo Dámaso Alonso— para, igual que si disfrutaran de la misma libertad de la que goza el aire o no tuvieran que rendir respeto a las leyes de la física, dibujar espirales y ondas imposibles, cuales fantasías dalinianas.

No es casualidad, por tanto, que la Fundación Caja Rural haya elegido la sala de exposiciones del centro para instalar la exposición de los trabajos seleccionados en su Certamen de Fotografía. Haciendo honor al dicho de que una imagen vale más que mil palabras y huyendo, precisamente, de lo convencional, desde la organización, decididos sus responsables a unirse a la liza contra el cambio climático, se pensó en dotar de apoyos al habitual método oral de concienciación en tal sentido, integrado en los discursos institucionales. Así, a finales de 2018 se cambió la línea de actuación seguida en las anteriores ediciones de su certamen de fotografía, que, si bien ha cumplido ahora su decimotercera edición, por primera vez se centra en el ámbito medioambiental bajo el título “Naturaleza y Economía”. Ello seguirá siendo así durante dos años más: en el último trimestre de este 2019 se publicarán las bases de la siguiente edición del concurso, que se centrará en el mundo del reciclaje, y en 2020 se convocará un nuevo certamen, que se dedicará a la relación entre la cultura y la ecología.

En la presente muestra, inaugurada ayer, son 35 los trabajos que se exhiben, entre los que figuran “Castellfort, 2017”, de Xavier Ferrer Chust; “Reciclando vuestro cobre”, de Antonio Jesús Pérez Gil, y “La Carbonera”, de Ángel Benito Zapata, que fueron reconocidos con el primer, el segundo y el tercer premios, respectivamente. Todos ellos parten de la misma idea: mostrar la incidencia que las actuaciones del ser humano tienen y pueden llegar a tener en la naturaleza y, por ende, en la economía. A eso es a lo que se quiere dar visibilidad desde la Fundación Caja Rural. Según Pilar Rodrigo, coordinadora área de Cultura de la misma, “queremos pasar a una visión biocéntrica del mundo, desde la que el hombre no sea un dominador de la naturaleza, sino un puente hacia la naturaleza”.