El aceite de oliva no termina de convencer a los jóvenes

Jaén, maravilla verde. La provincia jiennense cuenta con varios tesoros en sus entrañas, pero si hay algo por lo que ocupa un lugar destacado en el mundo es por su aceite. Sus más de 590.000 hectáreas de olivos originan la mayor producción de oro líquido del mundo. Sin embargo, el aceite no es un producto barato, y aunque tras unos años de crisis, el sector se ha recuperado hasta volver a establecerse, no todo es positivo. El producto estrella de los jiennenses no tiene tanta cabida en los hogares como en otras épocas. Según se especifica en el informe sobre el sector oleícola, publicado recientemente por la escuela de negocios EAE y basado en los datos del Ministerio de Agricultura, solo se adquirieron 342 litros en 2017, una cifra que dista bastante de los comprados en años como 2008, cuando los datos llegaban hasta los 425 litros.

Asimismo, hay otras informaciones que tampoco suponen excesiva alegría para los que se dedican al sector olivarero. “Existe cierta preocupación en el sector del aceite de oliva por la percepción que el consumidor tiene sobre el producto”, así de tajante se muestran las conclusiones a las que ha llegado el estudio “Percepción e imagen del aceite de oliva”, realizado por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. En él, se demuestra que los menores de 35 años no están satisfechos con el producto, con un 12,5% del total, algo que no ocurre con los que ya han colado el medio siglo, de los cuales reniegan el 6,2%. En el caso de los catalogados como adultos, los que están comprendidos en la franja de 35 a 49 años, son un 8,9% los que se manifiestan como detractores de este producto. Son datos que también corrobora la Encuesta Nacional de Alimentación del Ministerio de Sanidad, que establece que los jóvenes de 18 a 39 años ingieren de media 13,9 gramos diarios, mientras que los que cuentan con más canas, con edades entre los 40 y los 64 años, consumen alrededor de 17,06.

¿Y qué es lo que menos les gusta del aceite? Como era de esperar, el precio del producto se sitúa como una de las grandes barreras, mientras que a otros no les convence el sabor y también están aquellos a los que les surgen dudas sobre la veracidad del tipo de aceite al considerar el etiquetado algo confuso, así como la posible adulteración que pueda sufrir el mismo. El estudio también hace especial parada en las regiones en las que más y menos satisfacción transmite el producto, siendo Madrid y Andalucía las regiones que ocupan los primeros puestos con un 53 y 51,9% de aceptación. Pero no todo es negativo. Entre las mejores conclusiones a las que llega “Percepción e imagen del aceite de oliva”, el sabor es el elemento que más cautiva a los consumidores, siendo el aspecto más valorado por los encuestados. Asimismo, el 91,8% de los hogares españoles reconocen que diferencian los tipos de aceite de oliva sobre todo por el etiquetado. Por último, también extrae que seis de cada diez hogares declaran comprar aceite virgen extra, mientras que llegan a menor número de hogares el oro líquido ecológico o de denominación.