Desolación por el asesinato de un misionero vinculado a Úbeda

Sentimientos de desolación e incredulidad impregnan la ciudad de Úbeda desde que se conoció el asesinato en Burkina Faso del religioso salesiano Antonio César Fernández. El misionero ejerció como docente en el colegio Santo Domingo Savio entre 1972 y 1976, aunque había regresado en varias ocasiones hasta el municipio para compartir su fructífera experiencia misionera. A pesar del tiempo transcurrido, el padre Fernández dejó huella en el municipio y en la comarca de La Loma por su bonhomía y por los valores que transmitió a sus alumnos, que posteriormente se convirtieron en profesionales de varios campos repartidos actualmente por diferentes puntos de España.

Fernández, de 72 años, era natural de Pozoblanco (Córdoba). El viernes murió después de ser tiroteado a cuarenta kilómetros de la frontera sur del país africano. Según un comunicado, regresaba a su comunidad en Uagadugú, la capital de Burkina Faso, con otros tres compañeros —que sobrevivieron—. Volvían de Lomé (Togo), donde participaron en el capítulo de la Inspectoría Salesiana junto a otros dos religiosos que pudieron sobrevivir al asalto, tras celebrar en Lomé la primera sesión del Capítulo Inspectorial de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona (AFO). La víctima recibió tres disparos durante un ataque yihadista. La nación, correspondiente a la antigua Alto Volta, arrastra una ola de violencia terrorista desde 2015, cuando asumió la presidencia rotatoria en la quinta edición de la Conferencia de jefes de Estado del G5-Sahel, que agrupa a países de la zona.

El difunto llevaba de misionero en distintas partes de África desde 1982. Destaca por su labor como fundador de la presencia salesiana en Togo. Entró en esta familia hace cinco décadas y media y fue ordenado sacerdote hace 46 años. A lo largo de su trayectoria trabajó como maestro de novicios —entre 1988 y 1998— y ejerció, entre otras funciones, como delegado de la AFO en el Capítulo General 25.

La comunidad del colegio Santo Domingo Savio de Úbeda expresa su desolación a través de una nota, difundida a través de las redes sociales. Ante todo, deja claro su “profundo dolor”. “Que el Señor Resucitado acoja con ternura al hermano César entre todos aquellos que han entregado su vida a la misión salesiana, y que María Auxiliadora, a la que tanto amó, lo acoja con el cariño de Buena Madre del cielo. Que descanse en paz”, concluye el escrito publicado por los salesianos.

confirmación. El ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Alpha Barry, reconoció durante su participación en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania) la autoría yihadista del crimen. “Esta amenaza está ganando terreno. Ayer cuatro agentes de fronteras fueron asesinados en el sur de Burkina Faso, en la frontera con Togo”, ha afirmado Barry. “También ha habido ataques en las fronteras con Benín, Costa de Marfil y Ghana. Ya no se limita solo al Sahel. También es en la costa del África occidental y hay peligro de que se extienda por la región”, añadió. El mandatario se refirió, asimismo, a la fuerza conjunta del G5-Sahel, una alianza militar integrada por Malí, Chad, Mauritania, Burkina Faso y Níger desplegada para hacer frente al incremento de la amenaza islamista. Así, ha destacado que se ha recibido apenas una fracción de los 415 millones de euros comprometidos para la puesta en marcha de esta iniciativa, por lo que solo ha podido realizar operaciones esporádicas.

La muerte de Antonio César Fernández se atribuye al Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, creado en marzo de este año a raíz de la unión bajo la égida de Al Qaeda en el Magreb Islámico Ansar Dine, el Frente de Macina y Al Murabitún, esta última encabezada por el destacado terrorista argelino Mojtar Belmojtar. La coalición yihadista opera principalmente en el norte de Malí, una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos armados, lo que originó la intervención militar de París en su antigua colonia, un extenso territorio que sirve de nexo entre el África subsahariana y el Golfo de Guinea.