Denuncian actividad con escombros en La Quebrada

Escritos del grupo “Iniciativas” al Ayuntamiento y a la Junta

06 ago 2018 / 08:39 H.

Huellas de ruedas en el suelo guían hasta montículos de escombros, tierra, tubos de plásticos y raíces que se acumulan unos tras otros en la cantera La Quebrada. El paraje, cerrado a cal y canto desde diciembre de 2017, recibe ahora nuevas visitas de camiones que van a descargar allí el contenido de sus cubas, que según indica Marina Heredia, presidenta de “Iniciativas, Andamios para las Ideas”, pueden ser los restos de las recientes obras que acontecen actualmente en la capital.

Desde hace días, Heredia asegura que ve cómo llegan varios camiones hasta la antigua cantera a dejar, allí, kilos de escombros. Sin embargo, argumenta que desconoce el motivo por el que lo hacen, de dónde vienen ni si tienen permiso para hacerlo. “No sabemos qué es esto realmente, porque, para acceder allí, hay que abrir primero un portón y la llave solo la tiene el propietario, que es el Ayuntamiento”, señala. Esta incertidumbre hizo que tomara la iniciativa de registrar, en la Administración local y la Junta de Andalucía, un documento donde expone haber observado como la cantera de La Quebrada “está siendo rellenada con materiales de descombro” y solicita “información acerca de los datos de la empresa que está realizando estos vertidos de materiales de relleno, así como el tipo de licencia municipal y autonómica que cuentan para su realización”. Texto que fue firmado y entregado a ambas administraciones el 27 de julio de este año. Sin embargo, Marina Heredia declara que aún no ha recibido ninguna respuesta.

El principal problema que Heredia destaca de esta situación es que, si esto forma parte de un plan de restauración para la cantera, no cumple con los principales puntos a tener en cuenta en un paraje como este. En primer lugar, apunta que hay que tener muy en cuenta que, bajo la mina, hay un acuífero que tiene dos salidas, una por el Ojo del Buey y por La Fuente de la Peña. Agua que se usa para el regadío. Por lo que se hace necesario que los materiales no sean contaminantes. Segundo, expone que, según el plan de diligencias, a la hora de llevar a cabo el plan de restauración, hay que preparar una contención de taludes, pero dice que muchos tienen “posibilidad de desprendimiento”. Por último, advierte que uno de los más importantes es el impacto medioambiental. “En esa cantera, como la mayoría de las españolas, cualquier cosa que hagan pueden tener un gran impacto ambiental. Entonces, estamos preocupados por saber de qué forma parte todo esto, porque el hecho de que, efectivamente, están haciéndolo mal”, explica Marina Heredia. Otra de las ideas que la presidenta de “Iniciativas” expone es que usen la cantera como un “vertedero improvisado”, algo que no “le extrañaría nada en esta ciudad”. Por ello, ante tantas dudas, Heredia insiste en que desea saber si convertirán el paraje en una escombrera o buscan restaurar el daño causado a la montaña.

El incivismo también llega a las puertas de la cantera

En el entorno de la cantera La Quebrada ocurre un fenómeno marcado por el incivismo. Marina Heredia apunta que muchos, al ver que lo están llenando de escombreras y de que el Ayuntamiento ha cerrado el punto limpio a los escombros, se están animando a llevar allí los restos de sus propias obras y desechos. Sin embargo, como estos no pueden acceder dentro, lo dejan alrededor de la mina. De esta situación tampoco se libra el antiguo horno de cal. “Hemos mirado si tiene algún nivel de protección, y no es así. Es una pena que este patrimonio etnológico esté en este estado. Aquí era donde se fabricaba la cal en Jaén. Todo aquello se está convirtiendo en un estercolero”, dice.