“Deje de jugar ya con las pistolitas”

Regañina del magistrado Pío Aguirre a un procesado por disparar en una discoteca

04 jul 2017 / 12:08 H.

Posiblemente, lo mejor que le ha pasado a Álvaro S. A. en el último año fue el juicio de ayer. Llevaba en prisión más de un año después de que, el 16 de abril de 2016, se fuera de una discoteca de Linares y que, cerca de las siete, regresara a ella con una pistola con la que comenzó a disparar sobre la caseta en la que se encontraba la actual pareja de su ex.

Desde entonces, estaba en la prisión. De hecho, ayer llegó a la sala de vistas de la Audiencia Provincial esposado y custodiado por la Policía Nacional desde el Centro Penitenciario de Jaén. Álvaro S. A. declaró que no tenía intención de hacer daño a nadie: “Disparé al suelo y a una caseta. No quería hacerle daño a nadie, sino asustar”. No dijo nada más. Luego, declaró la víctima. Fue menos de un minuto, que utilizó para responder a una sola pregunta. Dijo que le causó una herida en la pierna y que ya había sido indemnizado. Álvaro S. A. se sentaba en el banquillo de los acusados para responder de un delito de homicidio en grado de tentativa. No obstante, después de reconocer los hechos, el Ministerio Fiscal pidió que se sustituyera del procedimiento que disparó “con ánimo de acabar con su vida” por con “ánimo de atemorizar”, lo que convertía el delito de homicidio en grado de tentativa en otro bien diferente, como es el de amenazas. Por eso, el fiscal pidió año y medio de cárcel y otro año más por un segundo delito, como es la tenencia ilícita de armas.

Además, las penas de prisión van acompañadas de cinco años de alejamiento y prohibición de comunicarse con la víctima, medida que se exige que desarrolle con la implantación de un sistema de control telemático para garantizar el cumplimiento de la misma. Estos tres años de cárcel se alejan de los nueve años que inicialmente pedía el Ministerio Fiscal. Además, ni acusación particular ni fiscal se han opuesto a la suspensión de la pena teniendo en cuenta que el joven lleva en prisión preventiva desde abril del pasado año y que su defensa ha esgrimido también la drogadicción como atenuante muy cualificada. Por eso, su salida de prisión es inminente. No obstante, Álvaro S. A. usó su derecho de la última palabra para decir: “Me arrepiento mucho de lo que pasó esa noche”, a lo que el magistrado Pío Aguirre Zamorano tuvo una reacción que sorprendió a la sala con una regañina considerable al procesado —de 24 años—. “Pues si te arrepientes, espero que dejes ya de jugar con las pistolitas”, le dijo ante la sorpresa de todos. Álvaro S. A. asintió sin decir una sola palabra. Ya está prevista su salida de prisión después de pagar más de un año de cárcel por unos hechos que ocurrieron en Linares.